Ya ha pasado un año. Doce meses desde que Isco Alarcón metiera, con ayuda de Roque Santa Cruz, al Málaga en los cuartos de final de la UEFA Champions League gracias a un gol mezcla de rabia y calidad, marca de la casa.
Corría el 43 de un partido que se antojaba eterno para el club malagueño que estaba obligado a ganar tras perder en la ciudad portuguesa por un gol a cero. Isco, con el equipo a la espalda, y tras haberle sido anulado un gol legal a Baptista tres minutos antes, embolsó el balón con su pie derecho desde fuera del área, el balón dibujó una rosca maravillosa y superó a Helton. La Rosaleda creyó.
Ya Roque Santa Cruz en la segunda mitad se encargaría de firmar el 2-0 que certificaba el pase malaguista a unos cuartos de infame recuerdo para el club de Martiricos.
Tras rozar la gloria con la yema de los dedos el Málaga volvió a su eterna realidad, pelear por no descender, por sobrevivir. Los Joaquín, Demichelis, Saviola y, como no, Isco eran lujos para la nueva realidad económica malagueña y poco a poco fueron abandonando la entidad en un verano muy convulso.
Isco fichó por el Real Madrid pese a la insistencia de Manuel Pellegrini en llevárselo a su City y allí el de Arroyo de la Miel cayó de pie. Solucionó la papeleta a un novato Ancelotti en varias ocasiones y copó portadas que, la mayoría de las veces, no tenían mucho sentido. Lo endiosaron. Comparar a cualquier jugador con Zinedine Zidane se antoja, como poco, aventurado. Todo un papelón.
Poco a poco Isco se diluyó como la espuma que rápido sube. Ancelotti dibujó otro esquema y el Real Madrid conquistó el liderato. En esos planes no entraba ya el ex malaguista que tiene que conformarse con minutos residuales mientras su míster juega la baza de crear de su calidad un símil con Seedorf. Experimentos.
El sábado, 367 días después de aquella maravillosa noche de Champions en la Rosaleda, Isco se volverá a calzar las botas para saltar al césped de su casa. Lo hará previsiblemente como titular, si finalmente Ancelotti quiere reservar a Di María de cara al clásico, y lo hará por primera vez con la camiseta del rival. No me cabe duda de que Isco volverá a brillar en la Rosaleda la cual seguro le brinda un caluroso recibimiento. Volverá.
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