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El derbi de las sensaciones

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EFE Betis Sevilla DerbiSevilla. El Sevilla FC ha sucumbido (0-2) ante el Real Betis en un encuentro marcado por el plus de intención que la entidad verdiblanca mostró durante todo el encuentro. Los goles de Leo Baptistao y Salva Sevilla, uno por cada mitad de juego, ponen de cara la eliminatoria de octavos de la Europa League para un conjunto que sólo conoce penurias en la competición doméstica.

En la calurosa tarde sevillana, los aficionados rojiblancos llegaron a las gradas del Sánchez Pizjuán orgullosos, ondeando imponentes banderas al aire y haciendo repicar palmas que resonaron por las callejuelas de la capital andaluza. Sus rivales verdiblancos, con el viento de cara y asediados por todos los frentes, tan sólo pudieron tomar asiento empujados por su orgullo, arrollados por las cifras que pintan de luto su zamarra verde y blanca.

El comienzo del partido, cuando los ecos del himno sevillista aún resonaban entre las hileras de asientos abarrotados, fue premonitorio. En los dos últimos choques en casa del Sevilla el conjunto local inició el encuentro adelantándose en el marcador de forma fulgurante. Esta vez el guión pareció repetirse cuando apenas se agotaba el minuto de juego, pero el guardameta Adán se interpuso entre el disparo de Bacca y el destino.

La acción transcurrió cuando aún tomaba asiento la parroquia sevillista y cuando en los bares los grifos de cerveza funcionaban a destajo. La pierna del ex Cagliari lo cambió todo. Como el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo. En adelante el Betis entendió que la providencia les había concedido una oportunidad, mientras que el Sevilla comprobó que su antídoto esta vez no había funcionado.

Con las piezas del ajedrez aún tomando posiciones, el equipo de Gabriel Calderón consiguió la ventaja para confirmar todas las sospechas; el signo del derbi había cambiado. Un centro de Juanfran desde la derecha, actuando por fin en posición de extremo y no de lateral, conectó con las testa de Leo Baptistao. La inercia hizo el resto y el esférico quedó alojado en la red de Beto, que poco pudo hacer ante la proximidad del remate.

El Sevilla aceptó el reto y hasta el fin de la primera mitad se apuntó al toma y daca que el Betis sirvió en bandeja. Los unos con la conexión Rakitic-Bacca como punta de lanza y los otros con los Rubén Castro, Cedrick o Juanfran en actitud de guerra de guerrillas. El panorama sonrió al equipo de Unai Emery, pues suyas fueron las ocasiones más claras, pero Adán consiguió agigantarse hasta tapar todo el arco visitante cual Coloso de Troya.

EFE Bacca Figueras Sevilla Betis DerbiCarlos Bacca lo intentó aprovechando su superioridad en arrancada, pero la red no se movió y el colegiado señaló el descanso. En la caseta Emery se jugó la carta de la revolución, pero el doble cambio GameiroFigueiras por CokeCristóforo no funcionó. El ajustado resultado y los minutos del partido de vuelta parecían otorgar margen de reacción suficiente al técnico vasco,  pero su jugada arriesgada terminó por ofuscar a un equipo falto de claridad.

Los movimientos de Emery acabaron dando alas al Betis, que vio cómo su rival erraba una y otra vez en las intentonas de alcanzar área rival. Para entonces N’Diaye comenzó a hinchar sus pulmones y a expandirse hasta acaparar toda la medular del campo, hasta acabar intimidando a propios y extraños, que le dejaron carta blanca para actuar cual rey feudal.

Llegado el minuto ’72 Gameiro falló un cabezazo a puerta vacía; y esa fue la última ocasión clara del Sevilla. Tan sólo momentos después Salva Sevilla, recién ingresado en el campo, sentenció la contienda. El canoso mediapunta adiestró el cuero en la frontal del área y quebró a su defensor con sutilidad. El click resonó en toda la ciudad, y el balón entró en elástica parábola superando la estirada de Beto. El 0-2 significó la sentencia para un Sevilla que jugó ensimismado el tramo final del partido, aún incrédulo ante lo acaecido.  Por su parte el Betis defendió el resultado con uñas y dientes, construyendo un entramado defensivo que permite soñar a un bloque hasta ahora alicaído.

Las sensaciones previas al pitido inicial fluctuaron y cambiaron hasta llegar a la orilla verdiblanca como un mensaje codificado en botella: la actitud gana partidos. En adelante, Calderón intentará agarrarse al resultado para reflotar la moral de los suyos. Mientras tanto, para Emery el derbi ha sido un aviso a tiempo, ya que el potencial con el que cuenta ha de seguir exprimiéndose.

El derbi sevillano puede marcar un punto de inflexión, y tanto Betis como Sevilla tienen en su mano salir ganando.