Álvaro Ferrero.- Poco tiempo ha necesitado Óscar Rico Lomas (Elche, 1985) para demostrar el talento que atesora y sacar a relucir la magia de su pie izquierdo partido tras partido con el Real Jaén. El extremo alicantino llegó a la capital del Santo Reino durante el pasado mercado de invierno y se ha convertido en el refuerzo más destacado del club blanco. Además, llegó para cubrir una posición en la que era necesaria la presencia de un jugador con desborde y sutiles servicios al área.
La del pasado sábado ante el Sporting de Gijón fue la crónica de una exhibición anunciada, porque al futbolista ilicitano ya se le habían vislumbrado maneras de buen pelotero. Ante el equipo asturiano, Rico entró al terreno de juego en el minuto 26 sustituyendo al lesionado Nino y lo cierto es que no tardó en ponerse el mono de trabajo para contribuir a la victoria del Real Jaén.
El primer tanto de Jona llegó tras un centro suyo desde la banda izquierda que no acertó a despejar un defensor rojiblanco, y del segundo gol pocos comentarios más se pueden hacer para describir la obra de arte que inventó el extremo alicantino. Recibió el balón en tres cuartos de campo, se lanzó al ataque decidido y recortó con maestría a dos defensores para plantarse delante de Cuéllar y batirle por arriba con su pierna buena, la exquisita zurda.
Confianza del técnico
Desde su llegada a Jaén, Manolo Herrero ha contado con Óscar Rico en todos los encuentros —ocho hasta la fecha—, casi siempre como parte del once titular. Con un total de 472 minutos disputados, ha sido capaz de dar tres asistencias y marcar un tanto (el del pasado sábado). Su adaptación a la plantilla ha sido fugaz y desde su primer partido con la elástica blanca ha mostrado atrevimiento y desparpajo para desbordar hasta la línea de fondo, una característica tan efectiva como necesaria para el Real Jaén, empeñado en penetrar las defensas contrarias por el centro.
Procedente del Club Deportivo Tenerife, donde no contó con la confianza de Álvaro Cervera, decidió cambiar de aires para recalar en el club jiennense, que, en sus palabras “se adapta al estilo de juego personal”. Cuenta con una amplia trayectoria profesional, ya que ha militado en equipos como el filial del Levante, el Logroñés, el Cartagena o el Alavés. En Jaén vive ahora un momento dulce, y los aficionados se congratulan de su llegada, esperando que siga dando alegrías en las 12 jornadas que restan para la conclusión del campeonato.
El extremo ilicitano ha encajado perfectamente en el cuadro jiennense y ya da que hablar en la Liga Adelante. Si el equipo logra el objetivo fijado a final de temporada, Óscar Rico podrá sentirse satisfecho de haber aportado varios granitos de arena. Su suerte será la del Real Jaén.
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