Inicio Atlético de Madrid El Atlético suda ante el Granada por los tres puntos

El Atlético suda ante el Granada por los tres puntos

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costaEl Atlético de Madrid consigue imponerse al Granada gracias un solitario gol de Diego Costa. Victoria importantísima que le costó a los de Simeone su peso en sudor. Los colchoneros tuvieron controlado el partido en todo momento pero el buen hacer defensivo del Granada mantuvo la emoción hasta el final.

Comenzaba el partido con el aluvión de un equipo que sabe que le va un título en cada partido. El Atlético salía a morder y el balón merodeaba la frontal del área granadina. En esa zona el más activo era Arda Turan que aparecía tanto por un costado como por otro con la intensidad que le caracteriza. Esta actitud del otomano le hizo disfrutar de dos oportunidades muy claras de gol. Ambos tiros del turco salieron lamiendo los postes de Roberto mientras los pitidos de la grada anunciaban el gol del Real Madrid que ponía aún más mordiente en el choque.

Inestable el juego en un centro del campo trabado y convulso. Pocas faltas y un ritmo de juego frenético en una lucha por ver qué intensidad era más alta. En ese terreno el Atlético se mueve como pez en el agua y por eso el balón pasaba más tiempo entre botas rojiblancas. El Granada confiaba en los balonazos que bajaba una y otra vez El Arabi. Sería dicho ariete quién tendría la más claras para los andaluces en un córner que consiguió rematar sin oponente, mandando el esférico fuera de la portería de Courtois.

Este susto fue como un latigazo en la espalda para los del Cholo que volvieron a poner el cerco a la portería visitante. Costa estuvo a punto de penetrarla en una de sus típicas cabalgadas. Fue Murillo el que fue al suelo para atajar el disparo que mandaba el brasileño. Apenas se apercibió la visita a vestuarios ya que con la reanudación continuó el asedio colchonero. Pese al tremendo esfuerzo y las ganas de los atléticos, el partido seguía atascado ocultándose el gol para ellos.

Llegaron los cambios y, con Sosa y Diego en el campo, cambió la historia. Se encontró aún mayor profundidad y los centros del argentino iban cargados de su peligro habitual. Precisamente con este tipo de balones se resolvería el partido. Si bien El Arabi perdonó cuando la tuvo a balón parado Costa no hizo lo mismo. Ya avisó en el 61´ con un testarazo a un córner botado por Sosa que Roberto tenía que detener en la misma línea de gol. Mismo protagonistas dos minutos después pero esta vez el guardameta del Granada solo pudo ver cómo se colaba el balón por su escuadra izquierda.

El gol dio la tranquilidad a los de la ribera del Manzanares. Se replegaron como solo ellos saben y esperaron una de esas contras que esta vez no aparecieron. Iban pasando los minutos y la claridad ofensiva parecía olvidada. El Granada era un querer y no poder constante. No hubo más tanto en el encuentro pero el Calderón cantó un gol sevillano como pocos se han oído en ese estadio. Y es que con el pitido del colegiado la grada sabía que su equipo se iba con mucho más que tres puntos de ese partido.