Inicio 1ª División El Betis sobrevive en el frente

El Betis sobrevive en el frente

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EFE Nono Juanfran Didac Vila BetisEl Real Betis Balompié ha derrotado (1-3) al Levante UD para conseguir su primera victoria lejos del Benito Villamarín en lo que va de temporada. Los goles de Salva Sevilla, Jorge Molina y Rubén Castro fueron renta suficiente para superar el tanto local de Pape Diop.

Del Ciutat de Valencia, lo normal para cualquier equipo que ha de pasar revista una vez al año por allí es salir con un ojo morado, desahuciado y lanzando improperios al aire. Saltar al césped del conjunto granota es saber que restan noventa minutos de fatigas, de cavar trincheras de forma apresurada mientras las ráfagas de balas no dejan de sucederse en una y otra dirección.

El Betis a priori partía de una situación similar a la que un soldado estadounidense debía sentir si lo dejaban a su suerte en la espesura de la selva vietnamita, sabiéndose rodeado por túneles del Viet Cong. En cualquier momento podría llegar su hora. Sin embargo, los verdiblancos optaron por responder al envite adaptando sus habilidades hasta repetir aquellos movimientos con los que el rival se siente más cómodo. Los de Gabi Calderón esperaron, afilando sus cuchillos sin que los viesen, hasta encontrar su oportunidad y percutir con rapidez.

Jugaron los andaluces replegados y con las líneas bien apretadas, dejando el océano libre de vigilancia para que el equipo de Joaquín Caparrós se ahogase de pura responsabilidad, tiritando. Con todo ese perímetro abierto de par en par, los ataques del Betis debían de ser fulgurantes y certeros.

El primer golpe acertado llegó a los diez minutos de juego, tras servir Leo Baptistao el esférico desde banda derecha y quedando éste muerto en el corazón del área local. Como un drone automático pisó área Salva Sevilla, que aprovechó su aparición desde la segunda línea para chutar el balón franco y cantar gol. El Levante, sin embargo, no tardó en responder. Pape Diop disparó fuerte y seco desde la corona del área de Adán para restablecer la igualada.

Tras el descanso, el Betis mantuvo su estrategia ofensiva sabedor de sus posibilidades. Y fue a partir de la hora de juego cuando su guerra de guerrillas en territorio hostil surgió efecto. Primero Jorge Molina y luego Rubén Castro; ambos culminaron escaramuzas inteligentes que desarbolaron la línea defensiva del Levante.

Molina tras internada temeraria de Vadillo –solucionada con calidad-, y Castro tras centro lateral del ariete alcoyano, que dejó heridos esparcidos –de uno y otro bando- por todo el perímetro del área chica. En siete minutos los verdiblancos entraron hasta la cocina de Keylor Navas y huyeron sin mirar atrás. Los hombres de Calderón saben ya que no es año para exponerse, por lo que toda renta sabe a gloria. El margen de dos goles fue más que suficiente para volver a casa sin mayor sobresalto, con los valiosos tres puntos en la mochila y tan sólo con arañazos superficiales en los brazos. Un parte de batalla encomiable dado el escenario.