Real Madrid 4-0 Almería. A priori era un partido más, un Real Madrid – Almería sin más importancia que los tres puntos. El pinchazo del Barça en los Cármenes lo cambió todo, la afición madridista se enteró en el propio estadio de la derrota culé y la alegría se adueñó de las gradas al ver posible aún el título de Liga. Los blancos estaban plagados de bajas a la que se incorporó a última hora la de Sergio Ramos por unas molestias en el trapecio. Al Madrid le bastaba y le sobraba con la plantilla presente, las ganas e intensidad de Di María y la magia de Isco en el centro del campo. El Almería no pudo hacer otra cosa que mirar y plantar cuanta cara pudo a los locales, sus mayores peligros estaban en las bandas y en los contraataques. El hombre del Almería estuvo en la portería, Esteban a pesar de los goles fue el mejor de su equipo haciendo auténticos paradones.
El Real Madrid impuso un ritmo bajo en la primera parte, tampoco le hizo falta mucho más para dominar al Almería. El hombre más destacado desde el inicio fue Di María y eso que antes del partido era duda por unas molestias. El argentino tenía ganas de resarcirse después de fallar el penalti frente al Dormund, pedía todos los balones y era un constante quebradero de cabeza para la defensa rival. La tuvo de todos los colores, avisó con un disparo lejano que se estrelló en el larguero y varios disparos más que detuvo Esteban, pero tanto fue el cántaro a la fuente que se terminó rompiendo. A la media hora de partido el argentino en compañía de Nacho fabricaron la jugada del primer gol. Lugar perfecto para el disparo perfecto, el sitio preferido de Di María, lateral del área para pegar el balón con su pierna izquierda y alejarla lo suficiente para que el portero no llegue.
Con el primer gol en el marcador siguió el dominio blanco y el Almería solo provocaba el peligro con las arrancadas de Zongo. El segundo estuvo a punto de subir al marcador, pero Esteban hizo el paradón de la noche adivinando el mano a mano a Bale. Si el balón hubiese entrado se hablaría más del pase de Benzema que del gol, exquisito toque del francés para dejar solo al galés. Los blancos se hicieron con la posesión del balón pero no quiso apretar más a un Almería que no inquietaba a Diego López.
En la segunda parte el Real Madrid salió a confirmar lo que ya se sabía, que el partido era suyo. En los primeros diez minutos de juego llegaron los goles de la sentencia. Bale fue el autor del segundo gol del Madrid, pase entre líneas de Benzema para que el galés la pegara fuerte y abajo, la intentó atajar Esteban pero se le coló entre el brazo y el cuerpo. Si tiempo para celebrar el segundo llegó el tercero, obra del mago del Bernabéu, Isco Alarcón. Con un amago se despojó de Nelson para después armar un derechazo imparable.
Aún quedaba tiempo y aprovechando que el partido estaba cerrado Ancelotti decidió dar descanso a Bale y a Di María y en su lugar sacó al canterano Llorente y a Morata. Morata iba a aprovechar una vez más sus minutos en el campo marcando el cuarto de la noche y cerrando la goleada en el Bernabéu. Illarramendi vio a la perfección el desmarque de su compañero y con una vaselina sorteó a toda la defensa dejando servido el gol para Morata.
Goleada en el Bernabéu que cierra una gran noche para los madridistas después del pinchazo del FC Barcelona. Los blancos se unen de nuevo a la Liga a solo 4 días de la final de la Copa del Rey.
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