El fútbol concede el pasaporte a todas partes. No existe forma más segura de viajar al corazón de las personas. No hay religión, ni sistema político que pueda compararse a la capacidad de penetrar que tiene una pelota. No existe cosa parecida. Esa es la razón por la que todos, sin conocer su alma, quieren usarla. Felizmente, de verdad, solo juegan con ella los que la quieren.
Hoy palabradefútbol.com, en una breve sobremesa, ha tenido la posibilidad de conversar con el Seleccionador de Honduras, Luis Fernando Súarez, colombiano que habla el idioma natural del fútbol. Han bastado unos minutos para darnos cuenta que pertenece a esa raza que aprendió el idioma del balón y que con esa lengua puede dar la vuelta al mundo. Antes de Honduras ya trabajó en Ecuador y, como en Honduras, llevó a su combinado nacional a la Copa del Mundo. Suárez desdramatiza lo que otros convierten en asuntos graves. Esto siempre es una virtud.
Honduras es un país que tiene grandes dificultades y, en el fútbol, una razón para la alegría: “Siempre trasmito superación. El fútbol debe servir para esto”. Luis F. Suárez ha ganado como jugador y como entrenador y sabe lo que el triunfo significa. Grande, amable y llano, rompiendo los artificios, Suárez nos cuenta qué vino a ver en Jaén: “Quiero ver directamente a Jona. Es un jugador nuestro, que nos parece interesante y quiero verlo. Esto no quiere decir nada, tengo que ser sincero, pero tiene las mismas posibilidades que los demás. He hablado con él y le he visto muy responsabilizado y con ganas enormes de venir. Sabe que su trabajo 
puede llevarlo al mundial. Ya estuvo con nosotros ante Israel hace un año y su buen momento nos ha animado a verlo en vivo”
Jona ha explicado muchas veces su deseo de ir al mundial representando a Honduras. El jugador es un ejemplo en el campo, como profesional, y fuera del campo como persona. Ha logrado que el Real Jaén de por excelente su cesión y que los aficionados, por sus gestos y por su sensibilidad, le tengan cariño y respeto. Jona puede, o no, ir al mundial. Lo que ha conseguido es ganarse el respeto de su afición en España y el interés de su Seleccionador. Ya ha ganado dos cosas importantes. El jugador del Real Jaén tendrá que competir con jugadores habituales en las convocatorias de Suárez: » En ese puesto, entre otros, tenemos a Carlo Costly, Jerry Bengson, Roy Martínez o Jerry Palacios. Hay competencia pero Jona es uno de los que están ahí para ganarse un puesto» El Real Jaén, ante el Selecionador de Honduras, ha sufrido hoy un serio correctivo y cedió los tres puntos frente el Barcelona B. Afortunadamente el fútbol siempre concede otra oportunidad y Jona como su equipo podrán disfrutar de ella.
La selección de Honduras ha quedado encuadrada con Francia, Suiza y Ecuador. Da la impresión de que Honduras es la Cenicienta: “Los partidos hay que jugarlos, afirma Suárez, y ganarlos. No me disgusta que todos nos den por vencidos. Hay que jugar y después veremos”. Habla y mientras dice esto parece ver las dificultades que sus adversarios van a encontrar para superar a Honduras. Ha sorteado muchas dificultades para llevar a este pequeño país a la cumbre del fútbol. Estar es un triunfo pero, escuchando a Suárez, uno reconoce a los “purasangre” de la pelota. Son de naturaleza tranquila y amable pero, cuando llega el momento, piden la vida a su gente en el campo y la cambiarían por un triunfo. Esa es la razón que puede explicar que, Ecuador antes, y ahora Honduras estén entre las estrellas, de la mano de este técnico nacido y criado en el fútbol de Colombia.
Cuando preguntamos por los paralelismos de su fútbol con el de algún equipo europeo, Luis F. Suárez, contestó tajante: “es difícil, no podemos hacerlo.Esa comparación es compleja”. Sin embargo su preparador físico, Carlos Gutiérrez, terció: “como el Atlético de Madrid”. Sonrisas distendidas y una impresión: mojan el corazón en fútbol y luego juegan hasta que pita el árbitro. Esa es la sensación que me queda después de unos minutos de charla con este señor del fútbol. Hablamos de Valdano, de Bilardo, de Matosas. Hablamos de fútbol como si nos conociéramos de toda la vida. Esa es la virtud de la pelota, lima distancias y siempre te ofrece casualidades de valor incalculable. Gracias profesor.
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