Inicio Opinión Antonio Oliver Suena la hora del Real Jaén y de su afición

Suena la hora del Real Jaén y de su afición

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Manolo HerreroEl Real Jaén se juega esta tarde tres puntos y la tranquilidad de no entrar a estas alturas en la espiral demoniaca de verse en descenso. En Jaén todo el mundo sabía que la temporada iba a ser difícil y que los de Manolo Herrero ascendían para sufrir mucho en la pelea por la permanencia. Las cosas, sin embargo, no han sido tan amargas. Incluso se jugó con el sueño de tocar la zona noble que daba derecho a soñar cosas imposibles. A dos puntos de los puestos que dan derecho a pelear por el ascenso estuvo el Real Jaén. No fue un sueño, estuvo ahí.

Lo cierto es que llegados a esta tarde el  conjunto blanco ya no puede distraerse ni pensar en otra cosa que ganar. Es el momento en el que se deciden los asuntos graves de la temporada. El rival de hoy viene con las peores armas que puede manejar un contrario: calidad y tranquilidad. El Barça B es una orquesta de músicos jóvenes que solo tienen la obligación de tocar y tocar, hasta que su ejecución sea perfecta. Ni presión ni necesidad ni ansiedades, solo fútbol y fútbol.

Contra esto el Real Jaén puede oponer dos cosas y debe hacerlo para que el virtuosismo del cuadro catalán no le complique la vida. Primero, jugar a lo que sabe. Hacerlo con la serenidad y la disciplina que ayudaron a doblegar a conjuntos líderes de la categoría. No dejarse llevar por la angustia de la situación y alejarse de todo lo que no sume. Un objetivo, la victoria. Una herramienta, la concentración.

El segundo argumento que debe oponer el Real Jaén al equipo de Eusebio es el apoyo del público. Siempre he tenido mis dudas sobre las aficiones, sobre todas las aficiones, y la que se pueda salvar, que se salve. Es muy difícil verlas en los momentos complicados. Una parte siempre está pero la gran masa de los ascensos desaparece. Hoy el Real Jaén necesita que su afición esté y se note. Al equipo, cuando gana, ya lo mueve el viento de la victoria. Cuando sufre para ganar o cuando pierde es cuando necesita el apoyo de los “incondicionales”. Ojalá que sumando lo que hagan los jugadores en el campo y el aliento de las gradas, hoy se de una paso de gigante para salvar la categoría.