Victoria del Elche en el partido más sucio de la temporada. Un tostón infumable de la primera mitad se convirtió en un lamentable espectáculo muy poco parecido al fútbol que culminó allá por el minuto 98 de partido. Los ilicitanos hicieron valer un auténtico golazo del caboverdiano Garry Rodigues en el primer cuarto de hora de partido para llevarse los tres puntos de la Rosaleda y dejar muy cerca la salvación.
Once minutos duró el respeto mutuo de dos equipos que se están jugando permanecer en Primera División para transformarse en batalla campal tras lograr el Elche el primer y único gol del partido. Tras un inicio discreto en el que el Málaga tomó la iniciativa del juego el conjunto ilicitano se puso por delante. Un derechazo desde más de veinte metros de Rodrigues, se colaba por la escuadra de un Willy Caballero que solo pudo asistir como espectador al enorme golazo del caboverdiano.
Toda iniciativa del Málaga despareció para asistir a como el Elche, sin prácticamente hacer nada, dominaba el encuentro tanto en tiempo como en forma. Los de Schuster no se acercaban con claridad a la meta defendida por Manu Herrera. La falta de movilidad arriba unida a la imprecisión en el pase de los malaguistas hacía muy cómoda la defensa de la renta obtenida en el minuto 11 de juego.
El Málaga, sin la chispa que ofrece Nordin Amrabat, se mostró lento y previsible. El Elche, a verlas venir, empezaba a calentar el partido. Solo Roque Santa Cruz pudo cambiar el devenir del partido evitando el espectáculo posterior si, en el 17, hubiera logrado batir a Manu Herrera aprovechándose de un gran balón de Camacho que lo dejó frente a frente con el meta madrileño. El balón se marchó a córner tras una gran intervención del que fuera canterano del Real Madrid.
El partido, cada vez más bronco, se dirigía hacia un escenario donde el fútbol brillaría por su ausencia de manera vertiginosa. Pocas acciones pueden contarse y aun así el Elche pudo marcar el segundo de no ser porque la madera repelió un buen disparo desde la izquierda de Javi Márquez pasada la media hora del encuentro.
La Rosaleda esbozó una posible pitada a su equipo, fue entonces cuando los blanquiazules mostraron su mejor cara. Pero con cinco minutos hasta el final de la primera mitad los de Schuster no encontraron la manera de crear peligro más allá de un centro de Iakovenko que se paseó sin rematador por el corazón del área del equipo que hoy vestía de verdinegro.
Los segundos 45 minutos fueron realmente 52 de los que posiblemente solo se jugaran escasos quince. Con interrupciones a cada jugada Málaga y Elche ofrecieron un pobre espectáculo a sus aficiones.
Los de Martiricos saltaron con un cambio en su once para la segunda parte. Pablo Pérez saldría al verde para suplir a Samuel. Minutos más tarde Camacho tendría que abandonarlo con molestias. Por si fuera poco Schuster también tuvo que lidiar con otra lesión tempranera que obligó a Gámez a ser sustituido por Eliseu, reconvertido a lateral derecho y agotando los cambios.
Por ese franco llegaron los primero problemas para el conjunto boquerón estando Márquez a punto de batir a Caballero en una buena jugada personal que culminó con el balón en la grada. Cristhian Herrero, que saldría también a principio de la segunda mitad, también gozó de una oportunidad peligrosa a favor del Elche.
El envite estaba cada vez más caliente. Los jugadores del visitante defendían con uñas y dientes su renta aplicando en demasía el arte de la pérdida de tiempo. Todo valía con la pasividad de Estrada Fernández que tuvo que tomar cartas en el asunto cuando el portero suplente del Elche, Toño, retenía un balón en el banquillo impidiendo a Antunes continuar con el juego. Del rifirrafe entre el portero y el lateral portugués salió la expulsión del primero con roja directa. Corría el minuto 23 y el partido se había ido totalmente de las manos.
Del desconcierto nació otra ocasión para los de Escribá. Una falta botada desde la derecha acabó siendo rematada con total libertad por Carlos Sánchez de espaldas a Willy que tuvo que emplearse a fondo dibujando una bonita estirada para mandar el balón a saque de esquina. El Málaga no estaba ya en el partido.
Entre empujones, caídas, pérdidas de tiempo y faltitas iban pasando lentos los minutos. Sin fútbol la agresividad fue creciendo y en una de las numerosas acciones feas de la segunda mitad acabó expulsado Botía, con roja directa, al entender el colegiado como acción violenta un despeje que tras tocar en un compañero acabó impactando en el rostro de un jugador malaguista que estaba tirado sobre el césped a escasos metros tras haber sufrido una falta previa.
Con uno más el Málaga no pudo empatar. Lo intentó pero el balón no correría mucho en los más de 16 minutos que restaban al encuentro. Una vez más pérdidas de tiempo, caídas, subidas de gemelos y hasta la fingida lesión del meta ilicitano obligaban a tener el juego parado decretando Estrada Fernández cinco minutos de añadido que realmente fueron siete en los cuales no se jugó ninguno y Weligton sufrió un posible penalti.
Sin embargo nada cambiaría ya el resultado que deja el Elche muy cerca de la salvación y al Málaga con la necesidad del punto que Schuster pedía para estar tranquilos matemáticamente.
Ficha técnica
Málaga CF: Willy; Gámez (Eliseu, minuto 61), Flavio, Weligton, Antunes; Camacho (Juanmi, minuto 53), Darder; Samu (Pablo Pérez, minuto 46), Duda, Iakovenko; y Santa Cruz.
Elche CF: Manu; Damián, Pelegrín, Botía, Cisma; Rubén Pérez, Carlos Sánchez; Rodrigues, Javi Márquez (Lombán, minuto 84), Coro (Carles Gil, minuto 75); y Boakye.
Gol: 0-1, m. 11: Rodrigues.
Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Expulsó a Toño y Botía. Amonestó a Carlos Sánchez, Damián, Javi Márquez, Duda y Manu.
Incidencias: La Rosaleda. 23.000 espectadores.
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