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Nostálgicos del fracaso ajeno

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Foto: mundodeportivo.com

Javier Imbroda. – Mi capacidad de sorpresa, sean o no desagradables, no tiene límite. Ha sido una semana desde el punto de vista deportivo, plagada de noticias, y de resultados sorprendentes, que a la altura de temporada en la que estamos, significa, aspirar a una final europea, y ganar o perder una liga. No digamos, salvarse de un descenso. Eso ya no es deporte, es angustia, y la angustia no puede ofrecer nunca, ningún aliciente.

Foto: NBA
Foto: NBA

Siempre pensamos que esta capacidad autodestructiva que tenemos en España, era algo exclusivo de esta compleja tierra. Pero no, estamos a menudo tan ensimismados en nuestras particulares destrucciones, que no vemos más allá. Pero sí, fuera de nuestras fronteras ocurre algo parecido. Desconozco si esto de vivir en el sur de Europa, nos descuelga de similares situaciones que se viven por otros lares, pero se viven. Uno que ha viajado y competido por los cinco continentes, ya lo sabía, pero pasa, que de vez en cuando, habría que refrescarlo.

La NBA, todavía impactada por las declaraciones racistas del propietario de Los Ángeles Clippers, un equipo que tiene mucho que decir en estos playoffs, y su posterior expulsión de la competición, obligándole a vender sus acciones, nos dejó otra perla que a mí personalmente me dejó alucinando, y sin ingerir ningún tipo de sustancia sospechosa. Fue así, sin anestesia. Una portada de un diario de Oklahoma, hablaba que Kevin Durant, para mí, el mejor jugador de la NBA actualmente, era un jugador poco fiable. Y se quedó tan pancho.

El que no sé, si ingirió alguna sustancia extraña, o escribió esa barbaridad, tras una noche toledana, sin darle tiempo a la resaca, fue el susodicho que emitió semejante titular. Imagino que a esta hora, el director lo habrá trasladado a galeras para que al menos recapacite. Todos tenemos una mala tarde, pero de ese calibre, no.

Resulta increíble, como los que están situados al otro lado de la barrera, pueden a veces con una ligereza infinita, dar ciertas opiniones que insultan a la más mínima inteligencia. Kevin Durant, por supuesto, siguió en lo suyo, ayudando a su equipo a superar una eliminatoria durísima, y pasar a la siguiente. ¿Fiable?, suena a broma de mal gusto.

Por nuestras tierras, estamos en lo de siempre, destruyendo. Algunos tienen, una verdadera habilidad para hacerlo. Normalmente, suelen ser, gentes que jamás destacaron o vivieron en sombras no deseadas. Cuando pueden a la más mínima oportunidad, sacan a pasear ese resentimiento acumulado, y esos complejos que por sí mismos, no consiguen superar. Necesitan del fracaso de los demás para sentirse bien. Una pena.

Foto: mundodeportivo.com
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Guardiola que ha marcado una época en el mundo del fútbol mundial, tenía demasiada gente esperándole. Ya saben esto del éxito, que no se perdona. Si además, es un hombre atractivo, correcto y bien formado, entonces las envidias se disparan, alcanzando el éxtasis del acomplejado. Ha bastado que pierda de forma concluyente, para hacer escarnio público de sus errores. Para algunos, ya no servirá haber sido, el creador de un estilo maravilloso de juego, que tiene su continuidad en la Selección Española. No, eso ya no vale, solo vale que una vez perdió, o dos veces. Es lo que tienen los nostálgicos del fracaso de los demás. Aquellos que por no tener, no tienen ni siquiera eso, fracasos.

Es una de las condiciones inhumanas del humano. Los grandes no los entierra nadie, son ellos quienes deciden cuándo y cómo. Y aunque estos nostálgicos, no les interese saberlo, pues tendrían que enfrentarse a ellos mismos, y eso no lo podrían soportar, a pesar de las derrotas, que las tienen, los grandes son y serán grandes siempre, y Kevin Durant, Guardiola, y tantos otros, lo son.

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1-  Trasplantados. Málaga aspira a ser la sede de los Juegos Mundiales de Trasplantados en 2017. Hoy y mañana, responsables de esta federación mundial, nos visitan para inspeccionar instalaciones y demás. Una ilusión de toda una ciudad.