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Noche grande en Sevilla

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Sevilla Puerta Jerez CelebraciónSevilla. Los infatigables trabajadores de TUSSAM, el servicio municipal de limpieza, recorren las calles sin convicción alguna. Es ya jueves de madrugada y el tránsito de vehículos y peatones no cesa. Una hilera discontinua pero interminable atraviesa las principales arterias de Sevilla haciendo sonar cláxones, ondeando banderas al viento, cantando a pleno pulmón.

“El Sevilla es campeón”, grita un grupo que camina sin aparente rumbo fijo. Los coches se hacen oír, tanto los que marchan en una como en otra dirección. En la Alameda, tras el final de la tanda de penaltis, reina durante unos minutos la calma, una tregua fugaz para tomar aire tras la tensión mascada en los diferentes bares que pueblan la ciudad.

Al momento la muchedumbre vestida de blanco y rojo se dirige hacia el centro, pasando el Ayuntamiento y la Catedral, hasta llegar a la Puerta de Jerez. Como el caudal de un río, la afición poco a poco va incorporándose al ajetreo de las calles principales.

En una peña sevillista los clientes aún celebran la victoria ante la pantalla de televisión. El camarero, de pie sobre la barra, guía los cánticos de sus clientes. Entre el tráfico, un vehículo reduce su velocidad y sus ocupantes lanzan un fugaz “Que viva el Betis”. Sevilla no se entiende sin contrastes.

Pero no importa, nadie mira atrás, suena la versión adaptada de La Marsellesa con letra para la ocasión. Dos chicos y tres chicas, de apenas quince años, no dudan mientras entonan los párrafos. “Cantaremos todos unidos, alzaremos fuerte la voz, para que vuelva a sonar aquello de: oé Sevilla oé”.

Nadie rechista, hoy le toca a la mitad sevillista de la ciudad. Los coches no cesan en su repiqueteo. La mayoría, con las ventanas bajadas, lucen banderas de la entidad del barrio de Nervión. En un balcón, una familia luce orgullosa dos enseñas conmemorativas. Una con serigrafía de la primera final de la Copa de la UEFA disputada ante el Middlesbrough. La segunda, recordando la final del 16 de mayo de 2007 que el Sevilla ganó al Espanyol en el estadio nacional de Escocia, Hampden Park.

En la Puerta de Jerez, hasta donde alcanza la brisa del río situado a escasos metros, la loza gris sobre la que se erige la plaza ya no se aprecia. Miles de aficionados mantienen sus brazos al aire y entonan cánticos que se solapan unos con otros. El Sevilla FC acaba de levantar al cielo de Turín, al pie de los Alpes, su tercer título europeo. La noche será larga. Para media ciudad, el 14 de mayo es ya festivo hasta el fin de los días. Nervión vuelve a copar titulares en Europa.