Daniel Mata.- El Atlético de Madrid es campeón de Liga 17 temporadas después tras empatar ante el Barça (1-1) en una final que hasta hace unas semanas era impensable. En la última jornada, sobre la bocina, un buzzer beater como dirían los americanos, una situación que solo se había producido en dos ocasiones desde que en 1929 diera comienzo el torneo de la regularidad. Fue Alexis el que dio alas a los azulgrana con un zapatazo que llevaba la fuerza de los más de 96.000 espectadores que se dieron cita en el final de Liga. Pero fue eso, un chispazo, un pequeño ápice de esperanza culé que Godín se encargó de apagar con un cabezazo con toda su alma, con toda la garra del cholismo, y que le daba a los colchoneros su décimo título liguero. El Atlético hace historia, Diego Pablo Simeone legitima una religión futbolística, una forma de mover el cuero, un coraje, un pundonor y una lucha titánica que le ha llevado a lo más alto del planeta fútbol contra todo pronóstico, y que rompe una hegemonía Madrid-Barça que duraba ya nueve temporadas.
La grada del Camp Nou marcó el primer tanto, con un espectacular mosaico y entonando el himno a capela, algo que ya habían hecho los colchoneros en Liga de Campeones ante el Barça y el Chelsea. Los primeros compases de la “final” carecieron de fútbol, la emoción y la adrenalina por perforar la portería contraria ofrecieron pocas ocasiones. El Barcelona salió en tromba a por el gol, encerrando al Atlético en su campo y llevando el peligro a la portería de Courtois por medio de Dani Alves, que estuvo muy activo durante la primera mitad. La primera nota negativa para los rojiblancos llegó en forma de lesión, primero fue Diego Costa, que se retiró entre lágrimas al resentirse de su lesión en una carrera por banda izquierda. La misma “suerte” corrió Arda Turan en el minuto 20. Por si fuera poco Alexis Sánchez se encargó de llevar el miedo al medio millar de aficionados que se dio cita en Barcelona. El chileno encontró un balón suelto dentro del área y lo alojó en la escuadra, ni diez Courtois hubieran parado el derechazo del tocopillano.
Tranquilidad. Eso fue lo que le dijo Simeone a sus pupilos en el descanso. Nada más lejos de la realidad. El Atlético tardó poco en romper las esperanzas culés, primero avisó el Guaje Villa con un disparo al palo, luego fue Godín, el defensa: «Luis Aragonés defendió con nosotros en la segunda parte», dijo el Cholo al final del encuentro. Seguro que el bueno de Luis no solo ayudó en defensa, también dio alas a Diego Godín para elevarse por encima de la impasible defensa culé, con un impecable cabezazo, y llevar el 1-1 al marcador. Luchando, trabajando, contra toda adversidad, el Atlético lo volvió a hacer. Koke estuvo excelso, ejerciendo de líder de un equipo campeón. Aun quedaba tiempo, el Barça lo intentó por medio de Messi, desaparecido cuando más se le necesitaba, con la lesión de Busquets incluida, pero el campeón ya estaba definido. Buscó salvar la temporada en el último segundo, pero no había tiempo. Se cierra el annus horribilis en Barcelona, que buscará en las próximas semanas una revolución a gran escala.
El Atlético sudó, corrió, se lo creyó y ganó. Algo impensable a principio de temporada, cuando el título colchonero se pagaba con cifras millonarias en las casas de apuestas. Despídanse del “pupas” y saluden al campeón de Liga.
Ficha técnica:
FC. Barcelona: Pinto, Alves, Piqué, Mascherano, Adriano, Busquets (Song 57’), Cesc (Xavi 77’), Iniesta, Pedro (Neymar 62’), Messi y Alexis.
Atlético de Madrid: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Gabi, Tiago, Koke, Arda (Raúl García 22’), Diego Costa (Adrián 16’, Sosa 71’ ) y Villa.
Goles: Alexis (33’) y Godín (47’).
Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó con tarjeta amarilla a Piqué (5’), Godín (36’), Tiago (37’), Messi (45’), Busquets (45’), Filipe (69’), Song (73’), Mascherano (90’), Raúl García (90’).
Estadio: Camp Nou.
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