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El Real Jaén se dispara en el pie y vuelve a meterse en problemas (0-1)

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11 Real Jaén Ponferradina
Foto: Jesús Mudarra (@Jesmudarra9)

Álvaro Ferrero.- Otra vez volvió a suceder. Cuanto más asequible parece el objetivo, el Real Jaén siempre se empeña en prolongar el suspense, en mantener en vilo a sus aficionados. El conjunto jiennense cayó derrotado por la mínima ante la Ponferradina en un enfrentamiento que podría haber supuesto el paso definitivo para la permanencia otro año más en la Liga Adelante. Pero no fue así debido a un grave error defensivo, en este caso de René, un jugador poco habitual a fallar con estrépito, pero ya es sabido que hasta los más fiables se equivocan.

El Real Jaén lo tenía todo de cara para dar el zarpazo definitivo y lograr la salvación. Partido en casa, estadio abarrotado, afición jaleosa, rival directo, dinámica positiva… Pero ninguno de esos factores fue suficiente para, al menos, lograr un punto más que ayudara a la consecución del objetivo. Los blancos salieron al campo con hambre desde el inicio, volcándose en el área ponferradina y dando criterio a la circulación del balón. Israel Jerez por la banda derecha, y Nando y Santi Villa por la izquierda suponían un incordio constante para la defensa blanquiazul.

El dominio jiennense era abrumador, pero al cuarto de hora de encuentro llegó la desgraciada acción. Raúl Gaitán cedió el balón atrás para René, a quien se le fue el control largo y ante la presión de Berrocal perdió el esférico para que el delantero de la Ponferradina anotara a placer el único tanto del partido. Los aficionados no daban crédito a lo visto. Su equipo iba por debajo a pesar de ser muy superior a su rival.

El tanto fue un duro golpe para los hombres de Manolo Herrero, pero no se vinieron abajo y siguieron buscando la portería defendida por Santamaría con insistencia. El acoso era total, sin embargo los acercamientos, aunque con peligro, eran poco dañinos. Fran Machado y Jona tuvieron en sus botas dos ocasiones muy claras para equilibrar el marcador, ambas sin suerte. El dominio continuaba siendo jiennense, pero la gasolina en el depósito ya no era la misma que la del inicio. Al descanso, 0-1 y tocaba encomendarse a la épica para obtener un resultado positivo.

Sin energía ni ideas en ataque

Santi Villa Ponferradina
Foto: Jesús Mudarra (@Jesmudarra9)

La segunda parte no se desarrolló conforme a lo esperado. El Real Jaén ya carecía de fuerza para lanzarse al ataque con determinación y comenzó a verse un juego más espeso por parte de los jiennenses. Prueba de ello fue ver a Óscar Quesada conduciendo el balón en el centro del campo para armar los ataques blancos, en una clara muestra de la importancia que tiene la baja del mago Jozabed, quien veía el encuentro desde la grada con el brazo en cabestrillo. 

La posesión seguía siendo del conjunto jiennense, pero la Ponferradina no estaba incómoda con esa situación. Al contrario, se replegó atrás con orden y sentido y esperó buscar el contraataque para dar la estocada definitiva. Claudio Barragán lo tenía clarísimo, por eso dio entrada a su goleador Yuri, mermado físicamente, para hacer la sentencia. El Real Jaén dominaba pero no llegaba. Jona lo intentó en una acción dentro del área con un disparo que se marchó arriba tras zafarse de un defensor.

Con el Real Jaén volcado al ataque y sin ideas, la táctica de Barragán estuvo a punto de ejecutarse a la perfección de no ser por un fallo en la definición de Yuri. El ariete brasileño se marchó hacia la portería de René sin oposición y en el uno contra uno intentó picar el balón, pero el guardameta jiennense fue capaz de tocarlo y evitar el segundo. Pero ya eran los últimos coletazos del encuentro, porque la sensación que ofreció el conjunto jiennense en el segundo acto fue un quiero y no puedo.

Con la inesperada derrota de los blancos, la Ponferradina certificó prácticamente su permanencia; mientras que el Real Jaén tendrá que seguir sufriendo hasta la última jornada para lograr el objetivo. Este equipo está destinado a lograr sus metas tirando de épica, porque tiene el sufrimiento en su ADN, pero el jugar con fuego no suele ser recomendable.

A tan solo dos jornadas para la conclusión del campeonato, los de Herrero están a dos puntos de los puestos de descenso. Visitarán Riazor la próxima jornada para medirse al Deportivo de La Coruña, y cerrarán la Liga ante el Alavés en La Victoria, en un encuentro que promete ser de infarto, porque puede suponer un estallido de euforia y alegría o, por el contrario, el regreso a Segunda División B. Toca esperar y confiar.