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Regreso al futuro

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Un año después, mismos protagonistas: Miami Heat y San Antonio Spurs. Un año después, mismo objetivo: el tan ansiado trofeo Larry O’Brien. Un año después…¿será la historia diferente? Es cierto que el baloncesto les debe una a los Spurs tras acariciar el título el año pasado. En San Antonio tienen sed de venganza. Pero deben andarse con cuidado. Al otro lado les espera el todopoderoso Lebron James con sus Heat, quienes van a disputar su cuarta final en cuatro años, algo que no sucedía desde los Celtics de Larry Bird. Todo está abierto. Ambos equipos llegan al choque tras haber vencido por 4-2 a sus rivales en semifinales de Conferencia y dando muestras de superioridad.

El factor cancha

Siempre importante pero no determinante…o si? Los dos conjuntos han dominado en casa en estos Playoffs: Miami 8-0 y San Antonio 9-1. Pero como esto es una final, seguro que vemos más de una victoria a domicilio.

Estado físico de Tony Parker y Dwayne Wade

Popovic sentó a Tony Parker en el sexto y definitivo partido de las series contra Oklahoma por una lesión de tobillo. Al igual que la temporada pasada, el genio francés llega tocado a la cita. En San Antonio aseguran que está disponible para el primer partido pero habrá que ver a qué porcentaje. Las posibilidades de los Spurs son directamente proporcionales a la salud de oh làlà Parker. Por otro lado, Wade ha estado mermado físicamente toda la temporada. Sin embargo, ha mejorado notablemente sus porcentajes y aportación en la fase final. Veremos si continúa dando ese nivel.

El duelo en el banquillo

Popovic versus Spoelstra. Experiencia y veteranía contra juventud y atrevimiento. La temporada pasada se llevó el gato al agua el de Miami, aunque es cierto que por momentos se vio superado por las tablas de San Antonio. Recordemos que los Spurs son maestros de lo obvio. Jugar en equipo y atacar las debilidades del rival. Hacerlo fácil. Los Heat son más individualistas en su estilo, pero esto no quita que sean generosos colectivamente. Habrá que ver si el fondo de banquillo de Miami da la cara, pues ahí San Antonio parte con ventaja, ya que en los Spurs suman todos.

El factor diferencial

En los Spurs Manu Ginobili puede y debe jugar ese papel. El argentino es único en cuanto a distribución de balón se refiere. Tiene esa visión de juego especial que sólo tienen los elegidos. Algo así como un base en cuerpo de escolta, pero no un base cualquiera. De hecho a Popovic le gusta jugar con él en el puesto de 1 si Parker no está. Sin embargo en Miami, quien debe dar un paso al frente es Chrish Bosh. Famoso por no dar la talla en momentos comprometidos, aquí tiene su enésima oportunidad para cerrar bocas. Si está acertado desde fuera puede hacerle mucho daño a San Antonio.

Kawhi Leonard

El progreso de este jugador desde que llegó a la liga ha sido asombroso. De hecho ahora mismo es considerado imprescindible en la plantilla de los Spurs. Moldeado a su gusto por Popovic y con unas cualidades físicas brutales, tratará de ser el freno de Lebron James en la final. Ya lo ha sido de Durant, Westbrook y de quien se le haya puesto por delante. Estamos ante uno de los que, con total seguridad, está llamado a estar entre los mejores defensores en mucho tiempo.

Con todo esto y más afrontamos la final de la NBA. Ya se siente ese cosquilleo en el estómago ante unas series que, sin duda alguna, volverán a ser épicas. ¿Conseguirá su tercer título consecutivo Miami? ¿Se tomará la revancha San Antonio? Faltan sólo 7 partidos para saberlo. Pronóstico: Miami Heat 3 – 4 San Antonio Spurs.