Nadal ha consumado la hazaña y logra su noveno Roland Garros. Francia tiene Rey. Una de las joyas que identifican el universo deportivo galo tiene en una balear su referente máximo. Nadie lo ha hecho antes nueve veces y nunca, nadie, lo hizo cinco veces de manera consecutiva. Record, es lo que define el paso de este tenista español por la tierra de Paris. El valor de Rafa está en haber sabido renacer de sus debilidades tantas cuantas veces hizo falta. Venía de caer en dos finales contra Djokovic y la dinámica parecía envenenada para el español. Sin embargo, a lo largo del torneo, algo fue cambiando y la semifinal dio un indicio claro de recuperación. Había que confirmarlo ante el serbio y todo quedó claro. Cuando Rafa juega a este nivel puede ocurrir otra cosa pero lo normal, más estando en París, es que gane Nadal.
El español se mostró eufórico tras superar a Novak Djokovic por un 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 después de más de tres horas y media de trabajos forzados. El partido, sin embargo, había empezado por el peor de los caminos para el español que, como si de un mal sueño se tratara, vio como tenía al serbio mandando en el partido con un set de ventaja y encarrilando la final. Era un momento crítico porque remontar al Novak es tarea casi imposible, pero hoy el serbio no lo pudo evitar. Nadal recompuso el escenario y echó mano de la frialdad con la que se rescata asimismo, para irse en busca del rival y poner claro el poder que tiene, espec
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