Álvaro Ferrero.- La aventura de Manolo Herrero como entrenador del Real Jaén ha puesto su punto y final. El técnico iliturgitano compareció ante los medios de comunicación para comentar una decisión, que según él, la tenía tomada desde hace tiempo independientemente de los resultados a final de temporada. Dice marcharse por estar cansado del ambiente generado en torno a él tanto desde el exterior como del interior, así como por la necesidad de llevar a cabo un cambio a su juicio necesario para él y para el club.
“Me voy muy triste porque el descenso ha sido una desilusión muy grande que no se merecía nadie. El fútbol ha sido cruel con nosotros, pero aún así, conseguimos llegar con opciones hasta el último minuto de la temporada. Lo siento muchísimo por todo el mundo, y quiero dar las gracias a todas las personas que han estado conmigo y a la afición, que ha estado con nosotros en los buenos y en los malos momentos. Les pido a los aficionados que sigan ayudando al club y que no lo abandonen”. Esas fueron las palabras de Manolo Herrero en su despedida como técnico jiennense, tras tres temporadas y media ejerciendo como entrenador de la primera plantilla.
El preparador jiennense dijo no tener aún ningún destino para la próxima campaña, así como su rechazo a la oferta de renovación por dos temporadas que le ofreció la entidad: “Una de las causas por las que me marcho es que parecía que lo más importante era dónde iba a entrenar yo el año que viene, o si estaba peleado con unos o con otros… Me ofrecieron renovar por otras dos campañas, pero en la segunda vuelta ví cosas que no me gustaron y tuve que madurar la decisión. Me sentía un poco incómodo por los comentarios que se decían en algunos medios de comunicación y en la calle. Me duele mucho tener que abandonar al Real Jaén”.
Herrero también considera necesaria una renovación en el cuerpo técnico después de casi cuatro temporadas, ya que la presencia de otro entrenador puede ofrecer otro aire al equipo: “Necesitábamos un cambio después de cuatro años, una persona diferente en el vestuario. El hecho de que no continúe como entrenador, puede provocar que los jugadores se pongan las pilas de nuevo”.
Por último, el técnico iliturgitano dijo que la única mala espina que se lleva es el descenso a Segunda División B, y que no descarta volver algún día a un club al que le tiene un cariño muy especial. Eso sí, Herrero dejó claro que ese posible regreso sería a largo plazo. El entrenador abandonó la sala de prensa tras enfundarse en abrazos con Rafael Teruel y José Jesús Aybar, y tras ser ovacionado por los asistentes a la rueda de prensa.
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