Repaso para inaugurar el grupo G. El verdugo fue el combinado alemán que derrotó a la Portugal de Cristiano Ronaldo que se vio superada en todo momento. El triplete de Muller, la expulsión de Pepe y el tanto de Hummels fueron las claves del debut de dos de los colosos de la competición.
Arrancaba el partido conforme aquel refrán que decía “las cosas claras y el chocolate espeso”. Alemania cogía la pelota y se dedicaba a moverla ante la impotencia portuguesa. El peligro se pudo notar desde los primeros instantes y con este panorama no fue de extrañar que los bávaros tardasen solo 10 minutos en adelantarse. Joao Pereira no podía hacer más que agarrar a Götze cuando este se marchaba solo hacia la portería. Müller no perdonaba desde los once metros y se inauguraba el marcador del Arena Fonte Nova para delirio de los miles de germanos que abarrotaban las gradas.
Este sería el inicio de una tormenta perfecta para Alemania. Los disparos lejanos de Nani y Cristiano poco incomodaban al seguro Neuer. A todo esto los germanos seguían pico pala. Solo 20 minutos después del primer tanto de Muller esta vez era Hummels el que perforaba la meta portuguesa con un testarazo que culminaba el córner botado con Kroos.
Ya estaba preparada el agua y solo hacía falta que esta cayese sobre Portugal. El barreño lo inclinó todavía más Pepe vería una rigurosísima tarjeta roja por encararse con el piscinero Muller. La soga estaba alrededor del cuello portugués y fue Muller, de nuevo, quien dio la patada al taburete que sujetaba a la selección portuguesa. Rui Patricio dejaba muerto, en el área pequeña, un centro de Schürrle y Muller la empujaba a placer.
El partido pasó por vestuarios y bien podría haberse quedado allí. Lo único destacable, a parte de la impotencia de Cristiano, fue el hat-trick de Muller que culminó el baño germano a Portugal.
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