Ha transcurrido un año desde las finales de la temporada pasada. Un año desde aquel triple de Ray Allen que amargaba el sabor a champán ya presente en la boca de los Spurs. En el vestuario tejano, afirman que no ha habido día que no se acuerden de la derrota contra los Miami Heat. Pues llegó su anisada vendetta y los San Antonio Spurs son los campeones NBA del curso baloncestístico 2013/2014. La victoria conseguida anoche en el quinto partido de la serie nos deja un contundente 4-1, resultado con el que la franquicia consigue su título número cinco. La final, que será recordada por todos como una de las más desiguales de la historia, fue una auténtica exhibición de baloncesto de los de Gregg Popovic, que mostró al mundo que el juego colectivo puede ser mucho más poderoso que las individualidades aisladas. De esta forma Tim Duncan consigue su quinto anillo, así como Manu Ginobili y Tony Parker se hacen con su cuarto trofeo Larry O’Brien.
Una remontada para la historia
El partido de anoche comenzó justo al contrario que habían empezado los dos anteriores de la serie. Los Heat dominaban y anotaban todo lo que lanzaban, liderados por un Lebron que en determinados momentos parecía imparable. De hecho el parcial inicial fue de 22-6 a favor de Miami. Pero a partir de ahí volvimos a vivir lo que habíamos visto durante la mayor parte de las finales: dominio y baloncesto con mayúsculas de Ginobili y compañía. El segundo cuarto, con 11-25 a favor de San Antonio, le dio a los Spurs un liderato que jamás volverían a perder. A partir de ahí la ventaja no paró de crecer y una racha de anotación de Patty Mills (56.5% en triples en las finales), quien veía el aro con gafas de aumento, rompió definitivamente el partido. A falta de seis minutos para el final, Lebron James se fue al banquillo para no volver más. El resultado final de 87-104 es un resumen de lo que ha sido la serie. Los jugadores más destacados del encuentro fueron por parte de San Antonio Kawhi Leonard (22 puntos y 10 rebotes), Manu Ginobili (19 puntos) y Patty Mills (17 puntos y 5/8 en triples). En los Heat sólo se salvó Lebron James (31 puntos y 10 rebotes).
Un MVP con mucho futuro
Kawhi Leonard fue nombrado MVP de la final tras promediar 23,7 puntos por partido y la sensación de ser sin duda el jugador más determinante de las series. Es el cuarto MVP más joven de la historia de las finales por detrás de Tim Duncan y Magic Johnson quien lo consiguió dos veces con menor edad. De esta forma Leonard se consagra como una de las estrellas con más proyección de la Liga.
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