Mario Morientes. Las declaraciones del centrocampista vasco tras la eliminación de la selección española parecen no haber sentado muy bien en el vestuario.
Alonso declaraba que el mal juego y la imagen ofrecida por la selección se daba a que tal vez la forma física de algunos jugadores no era la mejor y que tampoco se notaba tanta “hambre de triunfos” como otras veces.
Daba así por hecho que el cambio generacional era evidente. Jugadores como David Villa, Iker Casillas, Xavi Hernández o el propio Xabi Alonso, superan ya los 32 años y parece más que probable que el partido ante Australia será o bien el último o de los últimos que puedan disputar con el combinado nacional.
Estas declaraciones no habrían sentado muy bien al resto del equipo. Jugadores como Diego Costa o Andrés Iniesta salieron en defensa de los jugadores ratificando las ganas del equipo para ganar esta competición. Los dos jugadores dijeron que había que respetar cada opinión, en este caso la de Xabi Alonso, pero afirmaban que si algunos jugadores no hubiesen tenido en mente únicamente el triunfo, no habrían asistido a la cita mundialista.
En el entrenamiento posterior a las declaraciones de Alonso, se vieron a los jugadores decaídos y separados los unos de los otros. Únicamente se juntaban de vez en cuando en grupos para compartir unas palabras, pero esas reuniones duraban pocos minutos. El único que se vio separado del grupo durante toda la sesión fue al propio Xabi Alonso, quien no compartió ni una sola confidencia con sus compañeros de selección.
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