Bélgica 1–0 Rusia. Un solitario gol de Origic en el minuto 90 bastó para meter a los belgas en los octavos de final de este Mundial de Brasil 2014. Rusia se llevó la derrota, para muchos injusta debido a lo que se vio sobre el terreno de juego. A pesar de que Capello dejó a muchas de sus estrellas en el banquillo como Kerzhakov o Dzagoev los rusos consiguieron plantar cara a los belgas y en muchos tramos del partido incluso fueron mejores.
En la primera parte la igualdad de fuerzas fue clara. Los primeros compases del partido fueron para Bélgica liderados por Hazard y Mertens que fue un puñal por la banda derecha e intentó marcar de todas las formas posibles. No lo consiguió y el juego belga se fue diluyendo como un azucarillo a la vez que Rusia iba entrando en acción. Pasados los 25 minutos de juego saltó la polémica sobre el césped de Maracaná, Alderweireld en su intento por despejar un balón terminó dando una patada a Kannunikov. El árbitro no lo vio o no lo consideró acción grave y no decretó penalti, una decisión muy protestada por los rusos.
Sin embargo, pocos minutos más tarde ese mismo hombre, Kannunikov tuvo una nueva ocasión pero fue repelida por Courtois. Una mano salvadora a la altura de muy pocos porteros. El dominio ruso era evidente, los belgas eran incapaces de crear peligro y Lukaku estaba totalmente perdido en la punta de ataque. En cambio Kokorin disfrutó de la ocasión más clara de la primera parte, remató solo dentro del área pero se le marchó por la izquierda de la portería de Courtois.
El inicio de la segunda parte continuó con el dominio ruso y eso provocó el movimiento en el banquillo belga. Wiltmots dio entrada a Origic por el perdido Lukaku. El mediocentro ruso, Fayzulin llegó con bastante peligro durante todo el partido al área belga pero no supo materializar ninguna ocasión. Los minutos pasaban y las reacciones en el banquillo ruso no llegaban. No fue hasta el minuto 83 cuando Capello dio entrada a Dzagoev pero nada pudo hacer el jugador por cambiar el rumbo del partido. Cuando todo parecía que el empate iba a ser el resultado final apareció Hazard, una genialidad suya sirvió en bandeja el gol para Origic y decantar el resultado a favor de Bélgica. El banquillo estalló al verse clasificados para octavos de final. Capello intentó reaccionar dando entrada a Kerzhakov pero ya era demasiado tarde.
La selección que apuntaba a revelación de este Mundial sigue con paso firme a escribir su historia dentro de la máxima competición del fútbol mundial. En cambio Rusia se jugará sus opciones en el último partido contra Argelia.
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