El Real Madrid ha completado una de las temporadas más completas de su historia y seguramente la temporada más especial de la misma. Se consiguió el sueño, ese que llevaban esperando durante doce años y por el cual se planificaba cada temporada; la décima Champions. El equipo blanco abrió el apetito con la Copa del Rey de Gareth Bale, esa que pasará a la posteridad por la galopada imposible del galés por la banda izquierda, luchando contra todos los elementos para llegar al balón y conseguir batir a Pinto. Ese día, con Cristiano Ronaldo en la grada, los madridistas se dieron cuenta que su equipo podía hacer grandes cosas. El gen ganador siempre ha estado ahí, solo faltaba la fe y no sentirse inferior a nada ni a nadie.
Llegó la Champions y con ella el gran Bayern de Múnich de Pep Guardiola en las semifinales. Más de medio mundo daba por favorito a los alemanes, se juntaba el poderío teutón con el factor psicológico de ver a Pep Guardiola como su entrenador, un hombre que no había perdido jamás en el Santiago Bernabéu y que casi siempre había vapuleado a los blancos en los enfrentamientos directos. La ida de esas semifinales fue en el Santiago Bernabéu, el Madrid de Ancelotti llegaba con el sambenito de ser incapaz de ganar los partidos importantes ante los equipos grandes (Atlético de Madrid, Barça, etc.). El Real Madrid volvió a vivir una noche mágica de Champions con una afición entregada desde horas previas al partido, miles de madridistas esperando al autobús de los jugadores. La gente volvía a creer, nunca se perdió esa creencia en su equipo. Los blancos ganaron por un gol a cero en un partido de auténtico infarto. La vuelta en el Allianz Arena llegaba bajo la presión de que el Madrid nunca había ganado en el campo del Bayern, no solo ganaron sino que conquistaron a toda Europa con un actuación brillante y una goleada que no se imaginaba nadie (4-0) encabezada por un magnífico Sergio Ramos y un brillante Cristiano Ronaldo.
En la transición de las semifinales hasta la final de la Champions se jugó el tercer título de la temporada, la Liga. Un título por el que también pudieron luchas los hombres de Ancelotti pero que no terminaron de creer en él. Eso provocó que se decidiera en la última jornada entre el Atlético de Madrid y el FC. Barcelona con el Madrid descartado y pensando en la final de la Champions. Llegó el día más esperado por los madridistas en muchos años, ese 24 de mayo de 2014 que desde hace más de dos meses pertenece a la historia del Real Madrid como el día en el que se consiguió la tan ansiada décima Champions. En frente estaba el mejor Atlético de Madrid de la historia, reciente campeón de Liga y con unos jugadores y sobre todo un entrenador respetado por todo el mundo. Lo que pasó en el partido lo conoce todo el mundo y define las bases que han formado al Real Madrid a lo largo de su historia, creer hasta el final y no darse por vencido nunca. Sergio Ramos conocía esa filosofía y pasó a los escritos con un cabezazo soberbio en el minuto 93 de partido. En la prórroga solo existió un equipo, el campeón.
Pero, ¿Cuál fue la clave que hizo a ese Real Madrid campeón?
Para empezar el entrenador, Carlo Ancelotti llegó en una época convulsa para el equipo blanco. El paso de José Mourinho había producido una división entre la afición, una época de altibajos que mantuvo al Madrid en el ojo de las críticas. El entrenador italiano llegó, denominado por muchos, como el ‘pacificador’. El hombre capaz de relajar los ánimos y centrar las miradas en el campo y no fuera de él. Su gran virtud fue aislarse de todo eso y centrarse en el fútbol. No hizo un gran cambio en el juego de su equipo, aprovechó la velocidad del contraataque pero con el dominio del balón, confiando en hombres como Modric y Xabi Alonso para dicha tarea. Calló muchas bocas y se ha coronado como el entrenador de la ‘Décima’.
Portería: Continuó el gran debate Casillas – Diego López y viceversa. La verdad del asunto es que los blancos cuentan en sus filas con dos de los mejores porteros del mundo. Diego López ha demostrado estar a la altura del escudo haciendo verdaderas exhibiciones y abstrayéndose de todas las críticas y comentarios en torno a él. Ha cuajado un gran campeonato de Liga y en ningún momento ha flaqueado como profesional. Iker Casillas ha conseguido adaptarse a su nuevo rol, no lo ha jugado todo pero eso no ha sido excusa para que el meta madridista siga siendo un seguro bajo los palos. Ha conquistado los dos títulos que ha jugado y también a ha sabido anteponerse a las críticas.
Línea defensiva: Empezaron la temporada muy flojos y encajando muchos goles, tuvieron que soportar el relevo de la portería dependiendo de la competición. Al final de la temporada fueron de los mayores artífices de los éxitos cosechados por el equipo. Con una línea de 4 formada por Carvajal, Ramos, Pepe y Coentrao llegaron a formar la defensa más segura del continente. Estos hombres fueron claves en la eliminatoria contra el Bayern de Múnich y en la final de la Champions, con un Ramos espectacular rindiendo a su mejor nivel desde que milita en las filas del Real Madrid. En el banco había hombres polivalentes como Arbeloa, Marcelo, Varane y Nacho con la cual se podría formar otra de las mejores defensas del mundo.
El centro del campo: Aquí se cuajó el éxito del equipo, Ancelotti dio toda su confianza a Modric y él fue de las piezas clave del equipo. El croata terminó de adaptarse y condujo al equipo al compás de sus botas, tuvo total libertad de movimiento en el centro de campo madridista y surtió de balones a la delantera. Los demás equipos se centraban en tapar a otro tipo de hombres como Cristiano Ronaldo, Benzema, Di María o Xabi Alonso y eso dejó a Modric libre en la gran mayoría de partidos. Su capacidad de pase, su calidad y su descaro condujeron al Real Madrid durante la temporada. Xabi Alonso no tuvo un buen comienzo de temporada, se le vio bajo de forma y eso lo notó el Real Madrid. Fue mejorando hasta convertirse en la pieza angular, recuperando su gran nivel. Se perdió la final de la Champions por acumulación de tarjetas y el Madrid lo sufrió. Además la llegada de hombres como Illarramendi o Isco dio un plus a los blancos. Sobre todo la llegada del malagueño que siempre que disponía de minutos los aprovechaba llegando a calar muy pronto entre la afición del Santiago Bernabéu que coreó su nombre en varios partidos.
Delantera: Hablar de la delantera del Real Madrid es hablar de los ataques más peligrosos del mundo. Cristiano Ronaldo volvió a ser la estrella de la temporada echándose el equipo a la espalda y siendo el máximo goleador de la Liga y de la Champions. Su presencia, como la de los mejores jugadores de todos los tiempos, es siempre obligatoria aunque no esté al 100%. Su actitud y sobre todo su juego se hacen indispensables en el equipo, no ha bajado ni un ápice su nivel, al contrario siempre consigue mejorar. Junto a él, el Madrid sumó este año la incorporación de Gareth Bale, jugador del mismo corte del portugués que se ha asociado a la perfección con el equipo. Es su primera temporada y se ha notado ya que no tuvo fase de adaptación pero se ha convertido en pieza clave para ganar los dos títulos de la temporada. Primero con el gol de la victoria ante el Barça en la final de la Copa del Rey y luego marcando el segundo gol en la final de la Champions. Benzema, el gato silencioso, ha vuelto a dejar constancia de lo importante que es su presencia, surte de balones tanto a Cristiano como Bale gracias a su buen juego de espaldas a la portería y ha ayudado con goles importantes, por ejemplo el gol ante el Bayern en el Santiago Bernabéu. Y Di María, marcado por la polémica a principio de temporada que le situaba más fuera que dentro del club madridista, Ancelotti decidió darle confianza y le convirtió en indispensable en el once titular. Escurridizo y dinámico que ha conseguido levantar de sus asientos más de una vez al público madridista con sus actuaciones.
Además no podemos olvidarnos de la actuación de Jesé hasta que se produjo su fatal lesión, el canterano madridista se postuló como una de las revoluciones de la temporada, junto a él situamos a Morata, el delantero madridista fue el jugador número 12 y cosechó goles de gran importancia.
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