Mario Morientes. El Barcelona tenía hoy su segunda prueba veraniega de cara a la nueva temporada. El conjunto culé, que había estado entrenando la última semana en el Reino Unido, viajaba a Francia para enfrentarse al Niza. A la espera de incorporar a sus jugadores estrella, el Barcelona salía hoy con un equipo con más cantidad de titulares que los que jugaron en el primer amistoso ante el Recreativo de Huelva. A pesar de esto y de jugar contra un equipo inferior, no pudieron hacerse con la victoria y el partido finalizó con empate a uno en el marcador.
El conjunto dirigido por Luis Enrique salía con un once inicial de garantías, en el que repetía Ter Stegen bajo palos; Montoya, Piqué, Mathieu y Jordi Alba en defensa; Busquets, Sergi Roberto e Iniesta en el centro del campo y el canterano Adama, Pedro y Rafinha en la línea de ataque.
La primera ocasión clara del partido venía de mano de los franceses. Mathieu cometía falta en la frontal del área y el lanzamiento lo despejaba bien abajo Ter Stegen.
El juego estaba parado, el Barcelona dominaba la posesión del balón pero no llegaban ocasiones para ninguno de los dos equipos, hasta que en el minuto 19 un centro al área por parte del Niza se convertía en penalti tras derribar Piqué al atacante galo. La pena máxima la convertía Cvitanich, que ajustó el lanzamiento lo justo para que Ter Stegen, pese a adivinar la trayectoria, no llegase a tocar el balón.
La primera ocasión clara para el Barcelona llegaba en el minuto 28, cuando Iniesta ejecuta un libre directo desde el pico del área y el balón, tras pasar por en medio de los jugadores, sorprende al portero, que finalmente consigue atrapar el balón. Pocos minutos más tarde pudo llegar el empate para los blaugranas en una acción de Pedro, que prácticamente sin ángulo intenta una vaselina ante la salida del guardameta que acaba estrellándose en el travesaño.
En la segunda parte se pudo ver a la otra parte de la plantilla del Barça, pues salvo Ter Stegen, Luis Enrique decidió dar la oportunidad a otros diez jugadores para la segunda mitad. Patrick entraba en el terreno de juego sustituyendo a un lesionado Montoya y el resto del equipo lo conformaron: Bartra, Ié, Grimaldo, Sergi Samper, Xavi, Halilovic, Rakitic, Munir y Deulofeu.
En esta segunda mitad se vio un dominio total del Barcelona, que con la presencia de Xavi en el centro del campo y la verticalidad de Deulofeu por banda izquierda, se convirtió en un equipo más peligroso, intenso y ofensivo del que se había visto en la primera mitad.
A los pocos minutos de juego tenía una oportunidad Munir de poner el empate en el marcador, pues un fallo del defensa le dejó solo ante el portero, pero el delantero canterano no acertó a definir correctamente. Poco después, el propio Munir iba a ser el protagonista del empate del Barcelona, pues tras una falta sacada por Xavi, el delantero caía derribado en el área pequeña y el árbitro señalaba penalti. Xavi era el encargado de poner de nuevo el empate en el marcador desde los once metros y su disparo engañó a la perfección al portero del Niza.
Tuvo el Barcelona dos claras ocasiones para conseguir la victoria en el tramo final del partido. La primera de Sandro, que había entrado para sustituir a Munir, pero su disparo desde dentro del área se topó con el póster. Y por último, Bartra pudo hacer el segundo para los suyos en la última acción del encuentro, tras una conducción desde su propio campo que finalmente no acertaba a transfromar en gol desde la frontal.
Y así llegó a su fin a segunda prueba del nuevo Barça de Luis Enrique. Un Barça donde se estrenaron Mathieu, Rafinha y Rakitic, y en el cual el juego mejoró en la segunda parte tras la entrada de Xavi, cosa que no fue suficiente para conseguir la victoria.
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