El Valencia dejó muy buenas sensaciones al someter a un irregular Benfica por tres a uno. Los portugueses se adelantaron al inicio del choque con un tanto de Derley tras un fallo defensivo. Los goles ches, todos en la segunda mitad, fueron obra de Gayá, Piatti y Guardado.
El Valencia se está apuntando a las remontadas. Ayer fue contra el Mónaco (aunque acabaría empatando) y hoy contra el Benfica. Y no es que sean determinados cambios de jugadores los que propicien eso. Hoy empezaron jugando los mismos que acabaron el partido contra el Mónaco: Guardado junto a Parejo en la medular, Carles Gil más adelantado y Alcacer en punta. El conjunto de Nuno Espirito Santo adoleció en la primera parte de los mismos síntomas que el de Djukic y Pizzi. Escasa verticalidad arriba y mínima contundencia atrás. Que el Benfica se adelantara en el minuto dos fue un error circunstancial. De esos que salen en las jugadas tontas de la jornada. Gayá va a poner un balón en largo y el pelotazo se lo lleva un compañero. El cuero queda muerto para la carrera de los veloces delanteros lusos. El Valencia hacía daño por las bandas con Barragán Feghouli y Gayá, pero le intimidaba entrar por dentro. Centros planos fáciles para los defensas o tiros lejanos. El pitido que indicaba el descanso fue la mejor noticia para el Valencia.
Les tocaba remontar a quienes perdieron durante 45 minutos contra el Mónaco. En una sucesión de cambios acabaron sobre el césped: Fuego, André Gomes, Dani Ramirez, De Paul, Rodrigo y Robert Ibañez. Nuno no cambió nada de la defensa (salvo en la portería, que salió Jaume por Joel). Los goles se sucedieron en pocos minutos: 47’, 53’ y 60’. Gayá tras una internada personal remata y Artur falla en la parada, Gayá vuelve a pisar área por su banda izquierda, la pone atrás para Alcacer y el rechace lo pilla Piatti para remontar el partido. El definitivo 3-1 sería obra de Guardado. El mexicano llegó al balcón del área lusa como Pedro por su casa, quiebra al defensa que le presiona e intenta una vaselina. Artur, que vuelve a estar desafortunado, no consigue despejarla y acaba colándose en la redes.
Sin premio quedarían las combinaciones entre Dani Ramírez, De Paul, Rodrigo, André y Robert. Esos jóvenes locos tocaron con delicadeza. Ora de espaldas, ora al hueco. Consiguieron hacer un lío a la defensa portuguesa unas cuantas veces más y sólo la indefinición logró mantener el resultado. Nuno tiene mucho donde elegir en posiciones ofensivas, pero no se podría decir lo mismo de la zaga. Lugar donde residen los mayores problemas valencianistas. La ilusión se mantiene en alza.
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