El Bayern expresó todas las dudas de las que es capaz un equipo en construcción, solo que este conjunto puede estar falto de rodaje, pero ya es un equipo hecho y con un curso de filosofía aplicada, en relación con el fútbol que predica su entrenador. Lo cierto es que la imagen, salvo que haya sido un espejismo propio de las fechas, ofrece muchas dudas y que Guardiola debe estar preocupado, además de por la severa lesión de Javi Martínez, por el desconcierto público que ha mostrado su equipo ante un rival que jugó como bloque y al mismo ritmo. No necesitó el cuadro amarillo ni más retorcimientos tácticos ni empeños especiales. Jugar es lo que hizo el Dortmund, mientras que los hombres del Bayern anduvieron erráticos y desacertados, casi como testigos necesarios para que el partido se pudiera jugar. Los goles señalaron, en número, lo que ocurrió en el campo. Mhkitaryan abrió la cuenta llegando a un balón dentro del área y señalando el camino a su equipo. El segundo fue un testarazo de Aubameyana que cerró la cuenta y permitió al conjunto de Klopp pasear su superioridad hasta el final del choque. Muy mala suerte para Javi Martínez y materia de reflexión para Pep. Esta vez, como la última, la Supercopa de Alemania es amarilla Dortmund. Sin paliativos
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