Inicio Opinión Nacho Elbal El Madrid de Kroos ganó la Supercopa y nos ganará a todos

El Madrid de Kroos ganó la Supercopa y nos ganará a todos

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madrid de kroosEl Madrid fue muy superior, infinitamente superior. El Sevilla, el otro campeón -no lo olviden- en este duelo de reyes europeos, acaso había puesto en el choque más entusiasmo y carga de trabajo que su adversario, sin embargo, la pretemporada de Unai Emery quedó reducida a cenizas en cuanto su equipo pisó las tierras de Bale. El trabajo no ha desaparecido y saldrá durante la temporada, de eso no hay duda,  pero si algún nostálgico pensaba que este Sevilla podría, si quiera, hacer tambalear los cimientos del campeón de Europa, lo de anoche dejó bien claro que hace falta algo más que empeño y dedicación para dañar al Madrid; que el gigante de Florentino y Ancelotti es lo más parecido a ese barco insumergible que soñó Bruce Ismay cuando mandó construir el Titanic.

Y es que todos coinciden: nunca se había visto a un Madrid tan armado a estas alturas del mes de agosto. No es lo normal en ningún equipo europeo, dicho sea de paso. En esta ocasión, Florentino ha vuelto a reventar el mercado pescando en el último mundial: a su mejor jugador (premios Adidas a parte) y, por supuesto, a la gran revelación. Kroos y James eran la principal novedad, dos piezas de lujo para enriquecer la plantilla del campeón. El aficionado -al fútbol en general- tenía ganas de verles incrustados entre los Cristiano (que sigue siendo el mejor), Bale (que es un avión), Benzema, Modric y compañía. El colombiano dejó pinceladas, sí, kroospero intuyo que no se librará tan fácilmente de la inevitable comparación con Isco; sin embargo, lo de Kroos es punto y a parte. El alemán bordó su actuación hasta el punto de hacer olvidar a Xabi Alonso, y con eso queda todo dicho.

A Tony Kroos no le pesó el 8 del Madrid, ni le abrumó llevar la batuta del mejor equipo de la historia. Lo hizo todo bien, sin necesidad de períodos de adaptación, ni de giras americanas. Anduvo siempre bien posicionado, atento a las coberturas, contundente en el robo. Y siempre supo elegir la mejor opción, la más rápida y efectiva para el juego de su equipo. Aglutinó todo lo que se espera del centrocampista total, lanzando a la prehistoria aquellas teorías trogloditas que defendían un medio centro de corte defensivo y otro ofensivo para gobernar el centro del campo. Su compenetración con Modric y el hilo directo con la famosa BBC (ya fuese por tierra o por aire), no solo terminó por aplastar anoche al Sevilla sino que amenaza, además, con seducir y enamorar a cualquiera. El Madrid de Kroos conquistó la Supercopa y puede conquistarlo todo, incluidos todos nosotros, aficionados al buen fútbol.