España – Francia. Algo más que una pura rivalidad fronteriza. Siempre sube la moral salir airoso de un choque con la vecina de al lado, aunque no es tan fácil como parece. Esta vez, los de Orenga tuvieron que despojarse del uniforme de gala y ponerse el de faena para derrotar a Batum y compañía. Y estuvieron casi dos cuartos metidos en el probador.
Inicio muy igualado
El comienzo del encuentro estuvo marcado, sin duda, por el mejor Ricky Rubio en lo que va de Mundobasket. Robos, bandejas, asistencias y todo adornado por el showtime que caracteriza al base de los Timberwolves. Pero no era suficiente. Aunque España brillaba por momentos ofensivamente, la intensidad defensiva del combinado nacional no era la misma que el día de Brasil. Y se notaba. 19-19 era el resultado cuando ya parecía terminar el primer cuarto, con 12 puntos anotados entre Diot y Batum para los de Collet. Pero Juan Carlos Navarro se inventó una bomba en forma de triple sobre la bocina que dejaba el 22-19 en el marcador.
A lo largo del segundo cuarto, España mejoró en defensa con Ibaka en pista, quien colocó un par de pinchos de merluza allí arriba donde sólo llegan los elegidos. A partir de ahí, a cualquier jugador francés que se le ocurriese acercarse al aro se le hacía de noche. Aunque los nuestros pintaban mejor, no terminaban de encontrar su juego y Calderón cerró el marcador al descanso 44-34 con un coast to coast.
El físico francés
Francia intentaba imponer su poderío físico en los ataques estáticos de España. Incluso llegaron a sacar de quicio a los hermanos Gasol con una técnica a Marc y un encontronazo con Pau. Pero la selección española reaccionó a tiempo y decidió empezar a correr. Y los contraataques, en baloncesto, se inician desde una buena defensa. Este cambio de actitud e intensidad, les llevó a dominar el electrónico por 50-36, momento en el que se sumó a la fiesta ofensiva Serge Ibaka. A pesar de ello, llama la atención que el segundo tiro de Air Congo llegase a falta de tres minutos para terminar el tercer periodo. Tener a un jugador como Ibaka es un lujo para cualquier equipo. Por eso, es sorprendente que en determinados momentos del partido no se le atribuya un rol más importante a nivel ofensivo.
El juego entre pívots españoles, seguía haciendo daño a los franceses y el último cuarto daba comienzo con un contundente 65-50. A continuación, un amago de acercamiento galo, fue neutralizado con una mandarina en forma de tres puntos de Sergio Llull desde la esquina y un contraataque con triple de Navarro. España ponía el +18 en el marcador y no contentos con ello, apareció de nuevo Ibaka para aterrizar en el aeropuerto de Granada-Jaén y finalizar un alley oop lanzado por Marc Gasol. Felipe Reyes, Abrines y Claver entraron a disputar los tres últimos minutos del encuentro, que finalizaba con un abultado 88-64.
Estadísticas completas del partido
A España le queda por disputar su último partido de la fase de grupos frente a Serbia. Los de Orenga no se juegan nada, ya que ante Francia aseguraron pasar como primeros de grupo, pero aún así el entrenador español ha asegurado que «nadie va a descansar».
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