Alberto Contador se ha impuesto en la décimo sexta etapa de la Vuelta a España 2014 con final en La Farrapona. Chris Froome se acerca a la segunda plaza de la clasificación general pero no puede con el líder. Gianluca Brambilla e Ivan Rovni, expulsados de la carrera tras enzarzarse en una pelea.
Cinco puertos (cuatro de 1ª categoría, uno de 2ª) y 160 kilómetros entre San Martín del Rey Aurelio y Lagos de Somiedo esperaron al pelotón ciclista en la etapa reina de esta edición de la Vuelta. Sumado el recorrido al cansancio acumulado en dos semanas de carrera, el escenario invitó a variar la hoja de ruta de los aspirantes a asaltar el liderato de Alberto Contador. Sin embargo, todos esperaron a la ascensión final y el madrileño se hizo fuerte en la corta distancia.
Cuando en ciclismo se aspira a grandes triunfos no se puede correr como en una etapa al uso de montaña. En ese caso, el botín sólo podrá ser la victoria parcial. En las últimas ediciones de la Vuelta la tónica ha sido la de atacar en las últimas rampas, y ello ha degenerado en hábito.
Alberto Contador, que inició la carrera magullado tras su caída en el Tour, estará siempre agradecido al devenir de la ronda española. En la meta de La Farrapona volvió a desempolvar su gesto de celebración de las grandes ocasiones, sabiendo que acaricia ya la victoria final.
Detrás llegaron sus rivales, todos vencidos. Unos más y otros menos, pero doblegados ante las piernas de Contador. Su As en la manga fue precisamente presentarse como el más débil de los aspirantes. La a priori maltrecha tibia del líder de Tinkoff-Saxo mutó con los días hasta convertirse en el hueso de las grandes gestas. Para entonces los demás rodaban ya temerosos.
Los puertos de paso se recorrieron a un ritmo bueno pero no exigente mientras una fuga de trece corredores hizo camino por delante. También rodaron los escapados con sosiego, aunque sólo hasta llegar a la base del Puerto de San Lorenzo. La habitual conversación para discernir quién debía esforzarse derivó en bronca primero y en pelea después entre Gianluca Brambilla e Ivan Rovni.
Se engancharon, agarraron, golpearon y blasfemaron hasta que quedaron separados entre el espanto general. Brambilla se marchó por delante con Alessandro De Marchi y Rovni prefirió esperar a su jefe Contador.
En esa pelea se desintegró la escapada y quedaron cercenadas sus aspiraciones a la victoria. La lucha, en términos ciclistas, estaba detrás, aunque ni el Team Sky ni Katusha la iniciaron a tiempo. A las rampas de La Farrapona llegó un grupo amplio y nadie pudo rebatir al maillot rojo.
Sólo Froome y su potenciómetro lo probaron, y sólo Contador pudo pegarse a su rueda. El británico se distanció de Valverde, Aru y ‘Purito’ Rodríguez para dar el salto al pódium, pero no tuvo fuerza para ir más allá.
El más allá del horizonte era llevarse la Vuelta 2014. Y Contador, que lo sabía, aguardó hasta el último kilómetro para dar el hachazo definitivo a Froome y a la general. Se plantó el primero en la línea de meta, como llegará a Santiago, vestido de rojo. El maillot más preciado, salvo hecatombe, es suyo.
* Imágenes: Tinkoff-Saxo Team y La Vuelta
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