Francia 65-52 España. Fue bonito mientras duró. La selección española de baloncesto fue eliminada por Francia en un derbi en el que los nuestros nunca terminaron de verle la cara al partido. El resultado es un fiel reflejo de lo que se vio sobre la cancha, con un combinado español falto de chispa y sin ideas que terminó siendo atropellado tanto táctica como físicamente los franceses. De esta forma, España queda fuera de su Mundial en cuartos de final, mientras que el connjunto galo se medirá en semifinales a Serbia, quien seguro espera con sed de venganza tras su polémica derrota en la primera fase…
Un baño de Champán francés en nuestra propia casa
El partido comenzó con un claro aviso de lo que aguardaba: parcial de 8-0 a favor de Francia, quien parecía correr por la cancha con una marcha más que los nuestros. A pesar de todo, con algún robo de cartera de Ricky (4 robos por partido) y unos buenos minutos de Rudy y Navarro se alcanzó el empate a 13 en el marcador. España tiene mucha calidad y aunque estaba jugando los peores minutos del Mundobasket, conseguía llegar al final del primer cuarto con el marcador de 15-15. Llama la atención que Pau Gasol anotase sus primeros puntos a 1:23 de acabar dicho periodo.
Comenzaba el segundo cuarto y España no encontraba ritmo. Ni ofensivo, ni defensivo. Y todos sabemos que en baloncesto, el mejor ataque se inicia desde una buena defensa. Pues lejos de cumplir dicha ley ancestral, los de Orenga continuaron cediendo espacio en la zona y Gobert sumó 4 puntos consecutivos con dos mates. La selección española siguió a remolque y a pesar de que los franceses entraron en bonus a 5 minutos del descanso, los nuestros se complicaban la vida con malas elecciones de tiro y jugadas estúpidas que llevaban a pérdidas de balón y faltas innecesarias. Al final del segundo cuarto Francia dominaba por 35-28.
El tercer periodo empezó con otro aire. Pau anotando y los nuestros apretando en defensa. Con rodillas flexionadas y «culo abajo», España comenzó a robar balones y a correr. Los franceses se «tragaron» dos posesiones seguidas y el combinado español gozó de sus mejores minutos. Llull volaba, Pau taponaba y anotaba y los franceses parecían algo aturdidos. Navarro se puso el disfraz de asesino y con sus bombas encestó 5 puntos seguidos que pusieron el empate a 39 en el marcador. Fue entonces cuando llegó la jugada de la discordia: un empujón de Pietrus que hizo volar a Llull tras un roce con Pau Gasol. Dicha acción, merecedora de un castigo ejemplar, sólo quedó en una técnica para el jugador español y una antideportiva para el francés. Tras el parón en los mejores minutos de España, Marc gasol seguía con su particular calvario y un pobrísimo 1/6 en tiros de campo. A pesar de todo, España conseguía llegar liderando al último cuarto por 42-43 tras un espectacular alley oop del Chacho Rodríguez para Rudy Fernández que aterrizó para machacar el aro tras uno de sus vuelos sin motor.
Pero lo peor estaba por venir: los últimos 10 minutos. Francia comenzó con un parcial de 9-2. España continuaba seleccionando malos tiros e Ibaka lanzando triples sin acierto. Este cuarto será recordado como «el día de la sandía». Cualquier jugador en pista con camiseta roja estaba en plenas condiciones de montar 
una frutería. España llamaba a la puerta, pero ya era demasiado tarde. Vilma se había ido a la cama y ya no quería abrir. Y para más inri, los recursos físicos de España se estaban agotando. La superioridad francesa era más que evidente y mientras los galos llegaban a todas las ayudas defensivas haciendo incluso 2 contra 1, los españoles «sólo» buscaban a Pau. A falta de 1 minuto para el final del partido, Thomas Heurtel anotaba un triple decisivo por encima de Gasol que ponía un muy cuesta arriba 60-52 a favor de la selección francesa. Después de ese momento, la distancia en el marcador no hizo más que crecer, ya que España no tenía ideas ni pizarra para intentar la heroica.
Las estadísticas hablan por sí solas. Francia tiró mejor y casi dobló a España en rebotes. Nuestro procentaje en triples fue del 9% y varios jugadores importantes nunca llegaron a entrar en el partido. Como ejemplo, Ibaka y Marc combinaron para un 2/14 en tiros de campo. Por eso, se echó en falta la entrada de jugadores en la cancha como Felipe Reyes. Un reboteador y luchador nato con mucha experiencia a quien no suele temblar el pulso en los momentos decisivos. Por su parte, Pau Gasol volvió a tirar del carro siendo el mejor de los nuestros con 17 puntos y 8 rebotes.
España se queda sorprendentemente fuera de su Mundobasket
Las sensaciones fueron, son y serán contradictorias. Aunque es cierto que el combinado galo mereció la victoria por mérito propio, es inevitable intentar analizar las razones de nuestra fulminante eliminación. Para ganar un partido de baloncesto, son necesarios físico, actitud, táctica y técnica. Sólo con la última es bastante complicado. Según palabras del propio Navarro, «no habían preparado bien el partido» y habían salido a «defender, correr y ya está». Los 52 puntos en total de los nuestros hablan del pésimo encuentro disputado. La falta de lectura del choque era visible a varias leguas de distancia y cada Pick & Roll se convertía en una trampa mortal para los nuestros. A Pau se le notaban sus molestias musculares y los despistes defensivos en las ayudas eran una constante. España era la candidata número uno (con permiso de Estados Unidos) a llevarse el oro en Madrid. Es una pena despedir a esta generación, que nos ha dado tantas alegrías, de la forma que lo hacemos hoy. Más de uno se bajará del carro para no volver y aunque el futuro está asegurado, probablemente hoy hayamos visto por última vez a la mejor selección española de baloncesto de nuestra historia. Por eso y a pesar del resbalón, sólo les debemos palabras de agradecimiento a estos grandes. Grandes de cuerpo pero sobre todo grandes de corazón.
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