El Real Madrid volvió a ganar en la competición que más le gusta, la Champions. Su víctima, un débil Basilea intentó hacer daño en momento puntuales y sacó un gol de su visita a Madrid. El equipo goleó pero no se pueden sacar grandes conclusiones tanto por el juego mostrado como por el rival que tenían enfrente. Suchy en propia puerta, Bale, Cristiano, James y Benzema fueron los autores del festival de goles vividos en esta primera noche de Champions. González fue el único que consiguió pescar en la portería madridista.
La noche invitaba a soñar, a resolver pequeños enfrentamientos generados en las últimas semanas. Volvía la Champions y el Madrid llega para defender el título, nada está perdido y mucho menos encaminado. El rival era el idóneo para mejorar el estado anímico formado en los últimos partidos. Se volvieron a escuchar pitos contra varios jugadores (Casillas y Benzema), en el caso del portero se tornaron en aclamación con el paso de los minutos. La primera parte sirvió para mostrar el hambre y las ganas de los jugadores por revertir la situación, por recuperar una confianza ganada a base de trabajo y títulos en la temporada pasada. El equipo funcionó y James fue demostrando su evolución dentro del equipo, tanto que sirvió el primer gol de tacón para Nacho. Asistencia de lujo que el canterano madridista sol tuvo que disparar y la ayuda del central Suchy sirvió para inaugurar el marcador.
En el minuto 30 de partido Modric lanzaba un pase que solo puede salir de sus botas con su objetivo puesto en Bale, el galés superó a Vaclik con un sombrero y solo tuvo que empujar la pelota para poner el segundo gol en el marcador. Las cosas funcionaban y el equipo estaba lanzado, se lanzaron a la contra y Bale, esta vez asistente, sirvió el tercer gol a Cristiano Ronaldo que llegaba por el palo opuesto. El cuarto gol pasó por las botas de Cristiano, lo intentó Benzema y cazó James el rechace para desquitarse aún más de la presión, buen partido del colombiano. El Basilea iba a dejar su sello antes de llegar al descanso con el gol de González, pegó el balón desde la frontal ajustando al palo donde no podía llegar Casillas.
En la segunda parte el guion cambió, los blancos se relajaron por lo abultado del resultado y dieron más protagonismo al Basilea con varias ocasiones como la de Schar que golpeó en el palo de la portería madridista. El ritmo era más bajo pero eso no impidió el gol de Benzema que cerraría el marcador. Perfecta asociación con Cristiano y mejor aún el disparo potente del francés que golpeó en el larguero y se metió en la portería. Uno de esos goles con los que sueña cualquier chaval antes de jugar un partido.
Victoria abultada del Real Madrid aunque siguen quedando al descubierto varios problemas tácticos del equipo.
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