Llegó la primera victoria para los de Luis Enrique en el debut en Champions. Tras un partido gris de los culés, un gol de Piqué decidió el duelo ante el APOEL. Los otros dos integrantes del grupo, Ajax y PSG, empataron en el duelo que enfrentaba a ambos en Holanda por lo que el Barcelona queda como líder en solitario del grupo.
Salía el Barça con un once muy diferente al que venía presentando en las primeras jornadas con Xavi, Samper y Sergi Roberto liderando el centro del campo y de nuevo Munir de titular en ataque acompañando a Messi y Neymar. Pero las novedades no fueron un problema para que el Barcelona se llevara la victoria, aunque no tuvieron la profundidad y el poder ofensivo que habían demostrado hasta la fecha.
Pudieron adelantarse varias veces los catalanes en los primeros minutos, pero un lanzamiento de Messi de falta fue bien atajado por el portero chipriota y un tiro cruzado de Neymar se fue por poco fuera de los tres palos.
El primer y único gol del partido no se hacía esperar mucho; en el minuto 28, una falta cometida sobre Alves, la ponía Messi templada al corazón del área dónde aparecía Piqué para ponerla en fondo de la portería visitante.
El central, polémico en los últimos días por las críticas que ha recibido por un bajón de rendimiento en su juego, no solamente respondió en la rueda de prensa previa al partido sino que también pudo hacerlo en el terreno de juego. Además de un partido sólido aunque no muy laborioso en defensa, pudo contribuir en el juego ofensivo del equipo y anotar el gol de la victoria.
La segunda parte no fue mucho más activa que la primera. Alguna tímida ocasión del APOEL, que demostró ser un equipo poco peligroso fuera de casa, pero que no puso en mayor aprieto a la zaga ni al debutante Ter Stegen. Tampoco fue el mejor día en ataque para el Barça, que vio como en esta segunda parte tampoco encontraron muchas ocasiones de hacer gol a pesar de que un tanto de Munir no subió al marcador por claro fuera de juego.
En los últimos minutos del partido pudo conseguir el Barça el gol que sellara la victoria pero ni Sandro que disparó fuera por poco ni Messi, al que un defensa chipriota despejó su chut bajo palos, acertaron de cara a portería.
Finalmente, los tres puntos se quedaron en casa. El Barcelona empezó dominando y jugando bien, pero la férrea defensa que propuso el APOEL dificultó el juego de Luis Enrique. En la segunda parte, la falta de efectividad del Barça pudo costarle caro tras alguna ocasión de los visitantes. Un solitario gol de Piqué a balón parado fue suficiente para la victoria.
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