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Sin vínculos no hay amor

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Sin vínculos no hay amor 2Fernando Alonso era el capricho de Montezemolo desde que el Káiser, ese Schumacher al que le deseamos la mejor de las suertes en su lucha médica, colgaba el volante con un palmarés difícil de igualar. El piloto asturiano, una mezcla entre talento, intuición y saber pilotar, suspiraba por vestirse de rojo. Y el modisto de Ferrari ansiaba darle su traje a medida.

Esa especie de pasión, de amor platónico que ambos se profesaban fue posible llevarlo a los circuitos en parte gracias al «tío del taco», el amigo y valedor de Fernando Alonso, el recientemente fallecido Emilio Botín. Otro amor a primera vista. Desde los tiempos de Renault, ya se intuía un futuro “rojo” para el asturiano. Su paso por la escudería “de Hamilton”, Mercedes McLaren, se llenó de unas sombras que indignaron al mundo de la Fórmula 1, acrecentando la leyenda del piloto español. Su llegada a Ferrari estuvo llena de expectación, cumpliendo en su pretemporada y en la primera carrera, en Baréin, haciéndose con el triunfo por delante de Vettel. Un sueño que terminaría con el subcampeonato, llegando a la última carrera líder, pero con 4 pilotos con posibilidad de ganar; un error en la estrategia de Ferrari, algo que será muy habitual en adelante, le privó de quedar 4º en carrera y sumar los puntos necesarios, incapaz de adelantar al ruso Petrov en todo el GP, iniciando así la leyenda de Vettel. Éste, gracias a unas lagunas en el Reglamento y a la superioridad aerodinámica de los Red Bull, privaría a Alonso de triunfar en “su casa”.

El tema es que tras la marcha de sus dos principales valedores, uno de forma voluntaria, y otro por los tristes designios de la madre naturaleza, a Fernando Alonso no le quedan demasiados vínculos en Ferrari. Lastrado por un motor que pese a su fiabilidad no le da la potencia que necesita ni la tracción que ansía, el tema aerodinámico viene siendo un caballo de batalla que apuesta a perdedor para el Rampante, pese a adquirir un túnel del viento propio (que ya está bien a estas alturas) siguen a años luz (1-2 segundos por vuelta) de sus principales competidores.

Los entornos de Alonso saben que se quiere ir, su paso por el rey de la Fórmula 1 no ha sido todo lo victorioso que él soñaba, y pese a ser claro ganador con respecto a todos sus compañeros de equipo, y mantener en una discreta pero honrosa actuación gran premio tras otro, no está satisfecho, sabe que su tiempo como piloto se va terminando y no va a conseguir las metas que se propuso al inicio de su trayectoria.

Esperemos que la paz y calma que demuestras cerrando las puertas, así como el talento en cada exterior que realizas te acompañen a tomar la mejor de las decisiones. Nosotros seguiremos apoyándote como embajador nacional del deporte del motor.

 

Francisco J. Peinado Rodríguez, Director de Escuelas de Conductores