Los ches encarrilaron el partido contra el Getafe muy pronto. En 20 minutos ya ganaba por 2-0 gracias a Alcácer y Gomes. y nadie en el Getafe logró poner nervioso a Alves. Rodrigo en la segunda parte terminar por colocar el definitivo 3-0.
Nuno salió con su once de gala. Una máquina engrasada que te atropella sin miramientos. Duerme el balón o te sorprende con jugadas verticales. Más si le pones las cosas en bandeja. Eso hizo el Getafe en los primeros minutos. Lo pagaron caro los pupilos de Contra. El primer gol fue ocasionado por una pérdida en la salida de balón. Sammir la cedió mal y André inició una contra que acabó Alcácer. El canterano lleva los tres partidos viendo puerta y esta vez lo hizo a la manera de los grades cazadores: cuando nadie daba nada por hecho el gol, Paco Alcácer se tiró al suelo para golpear el balón que acabó en el fondo de las redes.
El segundo gol del Valencia fue una obra de arte que empezó con un magnífico control de Rodrigo. Controló un balón que caía del cielo de espaldas y con el defensa pegado. Luego, una pared entre André y Alcácer rompe toda la línea defensiva del Getafe. El portugués define con tranquilidad y la clase que lo caracteriza.
Los de Nuno han sabido siempre cuidar la ventaja que consiguen. Cambian de registro, dejan pasar los minutos hasta que sean los contrarios los que fallan para acabar. El Getafe nunca fue un contrario peligroso. Rodrigo acabó por cerrar la goleada de penalti. Un minuto después se iría expulsado por doble amarilla.
El Getafe fue un cero a la izquierda durante todo el partido. Y le metieron tres. Llegaban tarde las ayudas defensivas y las transiciones ofensivas dejaban a Lafita muy solo frente a la defensa valencianista. Él fue el único de entre los locales que mereció algo de mención. Los azulones se quedan con tres puntos muy cerca de los puestos rojos. Los ches consiguen su tercera victoria consecutiva y se alzan con la segunda plaza por detrás del Barcelona, que ha ganado todos los partidos. El equipo de Nuno crece cada jornada. Sus jugadores se acoplan cada vez más y son un bloque en defensa que controla el tempo de los partidos. Este Valencia estaba avisando, ahora es una realidad.
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