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Zaragoza «conexión»

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Levante - ZaragozaOPINIÓN | José Manuel Ríos.- Ni que decir tiene que el deporte en general y el fútbol, en particular, pueden llegar a considerarse como modelo de integración social, de educación y, por supuesto, de tolerancia, pese a que hoy día se ve envuelto en una polémica social que se deriva de la incisiva presencia de intereses económicos que llegan a convertir esta situación en un factor criminógeno.

Hablar del Real Zaragoza significa hablar de unos de los grandes de España, aunque su política directiva en los últimos tiempos le ha llevado a los infiernos tanto del ámbito deportivo competitivo como de la gestión económica. Quien no se acuerda, inaugurada ya “La Romareda” en 1957 de aquel Zaragoza de los 60, de “Los magníficos” en donde Juan Seminario se llevó el trofeo pichichi de la temporada 1961/62 y con aquella descomunal delantera formada por Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra que le llevaron a la entidad maña a ganar dos copas del generalísimo amén de llegar a otras dos finales, además de ganar una Copa de Ferias y a semifinales de la recopa de Europa, o la época de los 70, cuando de la mano de José Ángel Zalba, que fue el presidente que más años se ha mantenido en el cargo dentro del club, aparecen “Los zaraguayos” con los míticos “Cacho” Blanco, Soto, “Lobo” Diarte y Arrúa, dirigiendo aquel barco Luís Cid Carriega que, pese a no conseguir ningún título volvió a llevar al Real Zaragoza a los más alto del panorama nacional; para culminar este repaso por las décadas prodigiosas de los aragoneses, la década de los 90 con los sempiternos Cedrún, Belsué, Cáceres, Aguado, Solana, Poyet, Aragón, Pardeza Higuera, Esnaider y Nayim. Fue el ceutí quien escribió una de las páginas más gloriosas del fútbol maño y, por ende, español, cuando el 10 de mayo de 1995 en el Parque de los Príncipes de París y en el minuto 119 de partido disparó un misil que aventuró una trayectoria parabólica desde casi 50 metros y que batió irremisiblemente al guardameta inglés del Arsenal David Seeman, proclamándose campeón de la Recopa de Europa. Hace mucho tiempo de aquello. Las aguas por la capital del Ebro caen muy turbias y la última muestra de esto que digo la representa la citación por parte de la Fiscalía Anticorrupción, para el 3 de octubre del presenta año, tanto de directivos como de jugadores que intervinieron en el partido disputado entre el Levante y el Real Zaragoza, cuyo resultado fue de 1-2 a favor del cuadro de la Pilarica, disputado el 21 de mayo de 2011, por un supuesto delito de amaños y participación, porque va de suyo, en apuestas ilegales. El desarrollo de los acontecimientos aparece porque el cuadro zaragocista se presentaba aquel día en el Ciutat de Valencia con la imperiosa necesidad de ganar para salvar la categoría, teniendo en cuenta, como ocurre en estas ocasiones, que el equipo valenciano estaba salvado. Gaby, el hoy capitán del campeón de Liga, el At. Madrid, marcaba los dos goles del triunfo que le daban la victoria y, como no podía ser de otra manera, certificaba la permanencia del equipo que entrenaba otrora el “vasco” Aguirre. Y era normal que hubiese mucho escándalo sobre dicho encuentro por cuanto el Deportivo, tras perder en casa con el Valencia, perdió la categoría. Otro de los supuestos sobre el que pende la espada de Damocles del fraude es el Levante- Deportivo en la temporada 2012/13 en el que los gallegos vencieron por 0-4 y ya en el minuto 28 de encuentro el resultado era favorable a los coruñeses por 0-3; fue muy llamativo que el jugador granota Barkero acusó en el descanso a sus compañeros de dejarse perder. Hay que señalar que en este encuentro ya la Fiscalía había abierto diligencias previas a instancias de la LFP y tres de los jugadores que fueron señalados fueron Munúa, Ballesteros y Juanlu, que abandonaron el club levantino, sorprendiendo la circunstancia de que un equipo tan aguerrido como el entrenado por Juan Ignacio Martínez (JIM) se encontrara en tal situación. En la misma temporada también se encontraba bajo sospecha el Real Zaragoza-Athletic de Bilbao, en el que el cuadro vasco remontó un tanto del Postiga con goles de Llorente y de Ibai en los minutos 80 y 92 respectivamente. Igualmente, un poco antes, en la temporada, 2006/07, el partido disputado entre el Athletic de Bilbao y el Levante, donde los leones lograron salvar la categoría gracias a su victoria por dos goles a cero, tantos de Serrano en propia meta y de Gabilondo. De lo que hasta aquí acontecido puede destacarse que el equipo valenciano está en todos los fregados. No obstante, como hemos apuntado, también existe colateralmente un submundo de fraude alrededor de las apuestas deportivas, situación ésta que ha hecho que se estén investigando otros partidos de primera división y también de la Liga Adelante, aunque se trate de encuentros sin trascendencia clasificatoria, que fueron aprovechados por ciertos jugadores para pactar los resultados con los que ganar dinero a través de apuestas manipulando los resultados. Sin embargo, debe señalarse que el partido que desbordó la situación y que hizo tomar conciencia de que existía un problema importante en España fue el que aconteció en torno al intitulado “Caso Brugal”. Se trataba de una presunta trama de corrupción pública vinculada al negocio de la basura  en la Vega Baja de Alicante, siendo instruido por el Juzgado número 3 de Orihuela. En dicho asunto se pusieron de manifiesto determinadas conversaciones telefónicas del promotor inmobiliario el Sr. Ortiz quien poseía la doble posición de ser además de lo anterior, el máximo accionista del Hércules de Alicante, surgiendo determinadas irregularidades en la competición de la temporada 2008/09. En la fase de instrucción del proceso  se observaron algunas conversaciones telefónicas que versan sobre la supuesta compra de partidos para que el equipo alicantino consiguiera el ascenso a primera división. El juez titular del precitado Juzgado decidió desglosar en pieza separada esta parte de la causa e inhibirse en ella al no declararla competente por motivos de competencia territorial, derivado dicha cuestión al Juzgado número 7 de Alicante que, a su vez, decidió archivar las diligencias por “no observar indicios delictivos”. Definitivamente, este caso tan sólo podía llegar a ser una conculcación del art. 76.1.c) de la Ley del Deporte (Ley 10/1990, de 15 de enero) y del art. 75 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol, por referirse a una supuesta compra de partidos al objeto de favorecer al Hércules de Alicante. En ningún caso se acuñó la disciplina penal ya que en aquel momento no existía ningún precepto referido a este tema de los amaños deportivos como tal en el Código Penal, si bien no se tuvo en cuenta, como se hizo en Alemania en 2006 con el “caso Hoyzer”, el hecho de castigar por vía del delito de estafa.

La opinión pública se ha soliviantado con la intervención de la Fiscalía Anticorrupción en el Levante –Zaragoza. Estos últimos días he tenido que contestar a diversos medios escritos de prensa y radio sobre la principal preocupación de los comunicadores deportivos y es la posibilidad de que jugadores archiconocidos de la liga española, además de dirigentes de postín puedan ir a prisión. Lo primero que debe añadirse es que existe una legislación administrativa deportiva que sobre este particular no se ha pronunciado. De esta forma el precitado art. 75 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol señala en su punto 1 que “Toda conducta dirigida a la predeterminación de resultados, será considerada como infracción muy grave, y será sancionada de acuerdo con lo dispuesto en el presente artículo“. En su apartado b leemos: “Los que intervengan en acuerdos conducentes a la obtención de un resultado irregular en un encuentro, ya sea por la anómala actuación de uno o de los dos equipos contendientes o de alguno de sus jugadores, ya utilizando como medio indirecto la indebida alineación de cualquiera de éstos, la presentación de un equipo notoriamente inferior al habitual u otro procedimiento conducente al mismo propósito, serán sancionados, como autores de una infracción muy grave, con inhabilitación por tiempo de dos a cinco años, y se deducirán seis puntos de su clasificación a los clubes implicados, declarándose nulo el partido, cuya repetición sólo procederá en el supuesto de que uno de los dos oponentes no fuese culpable y se derivase perjuicio para éste o para terceros tampoco responsables“. Pero el art. 83 de la Ley del deporte 10/1990 indica que los órganos disciplinarios deportivos competentes deberán, de oficio o a instancia del instructor del expediente, comunicar al Ministerio Fiscal aquellas infracciones que pudieran revestir caracteres de delito o falta penal. De esta forma cabe apuntar que desde la reforma de Código penal de 2010 esta situación de fraude en el deporte se tipifica en el art. 286 bis 4 CP sancionando a los directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, así como a los deportistas, árbitros y jueces, respecto de las conductas que tengan por finalidad predeterminar el resultado o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales. Las consecuencias jurídicas a las que se enfrentan aquellos jugadores y directivos que han sido llamados por el Fiscal Luzón en el caso de que sean imputados y llevados definitivamente a juicio podían ser las de prisión de seis meses a cuatro años, inhabilitación para industria o comercio de uno a seis años y multa del tanto al triplo del beneficio o ventaja. Pero no solamente ellos sino que los clubes de referencia en este caso el Zaragoza y en el caso de que con respecto al Levante se demostrase su implicación en la trama, el propio art. 288 CP con referencia al art. 31 bis del mismo cuerpo legal apunta la responsabilidad penal de las personas jurídicas, esto es, los clubes y sociedades anónimas deportivas entre otros, se les podría aplicar la pena de multa del doble al cuádruple del beneficio obtenido o favorecido, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una prisión de más de dos años, como es el caso que estamos valorando. En el resto de los supuestos la multa sería del doble al triple del beneficio obtenido. En consecuencia, que para aquellos medios de la opinión pública que aún no lo tengan claro hay que decir que tanto los jugadores llamados a declarar como los directivos, como el susodicho Agapito, en el caso de que fueran declarados culpables se enfrentarían a penas de prisión, inhabilitación y multa.

No puedo terminar estas líneas sin valorar muy positivamente el trabajo que realizan diariamente la LFP y la AFE en torno a la investigación sobre el amaño de partidos tanto desde el punto de vista de la predeterminación de partidos por mor de la competición como para los aspectos colaterales de las apuestas deportivas, e incluso llamar la atención sobre el Departamento de integridad creado en el seno de la liga de fútbol profesional y que es quien realiza la investigación sobre este tipo de supuestos fraudulentos deportivos.

Es una lástima. Ya no sabemos cuando el fútbol se juega de verdad o de mentira. Tenemos ante nosotros una verdadera lacra social que juega y, como no puede ser de otra manera, destruye las ilusiones de miles de aficionados que creen que lo que ven es cierto, en el amor por el escudo, en la pasión de cada domingo cuando van al estadio o siguen por televisión al equipo o en sus desplazamientos. Se ha inventado un deporte, el fútbol, corrupto, viciado, sin valores y, por supuesto, sin integridad, esa integridad que se enseña en las escuelas de base donde apoyamos a nuestros hijos para que se formen en tales valores, y los hagamos mucho más dignos, mucho más personas. ¿Dónde están los límites? Espero que vuelva la cordura a nuestro deporte, donde exista más afición y mucho menos mercantilismo. Espero que así sea y que nuestros vástagos en el futuro vean, en la victoria, un triunfo deportivo y no económico a base de corrupción que para eso ya está el amigo Bárcenas… Abrazo de gol¡¡¡¡

José Manuel Ríos Corbacho

Profesor Titular de Derecho penal de la Universidad de Cádiz

Director del Forum de Derecho, Ética y Deporte de la UCA