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Se busca delantero

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costaAlgo no funciona en la selección los últimos tiempos. En la mayoría de partidos el equipo sigue teniendo la posesión de la bola y marea al rival con el juego de pases que se elabora en el medio campo, pero más allá de la línea de tres cuartos y tras la marcha de David Villa, parece que Del Bosque no encuentre al delantero que encaje con el resto.

Hasta la Euro 2012 técnico, jugadores y afición tenían claro quien era el hombre gol de la selección. “El Guaje” se convirtió en el máximo goleador en la historia de la selección y su estilo de juego permitía muchas variantes al equipo. Además, él y Fernando Torres suponían una pareja que se complementaba a las mil maravillas, uno de ellos cayendo siempre más a la banda.

Pero la lesión de Villa, que le tuvo retirado del terreno de juego durante ocho meses, y la continua desaparición de “El Niño” supusieron un quebradero de cabeza para el seleccionador. Fueron tiempos felices mientras ellos dos mandaban en el frente de ataque y fue entonces cuando se consiguió ganar la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 (ya con un Torres menguando). España parecía un equipo infranqueable; la seguridad de Casillas bajo palos, la solidez defensiva, las ideas frescas en el centro del campo y la efectividad en la delantera llevaron al equipo a lo más alto y parecía que nadie les podía vencer.

Pero todo esto cambió. Llegó el 2012 y con la ausencia de Villa, Del Bosque llevó a la Eurocopa a Torres, Negredo y Llorente como nueves y a Fàbregas como comodín tanto en el medio campo como para el famoso “falso nueve”. El debate del delantero fue el principal tema del que se hablaba en las previas de los partidos. Ninguno de los candidatos parecía convencer cuando se les daba la oportunidad. De hecho, Fernando Llorente no acabó disputando ni un sólo minuto de la competición y Negredo no acabó de encajar. Los partidos se los repartían Cesc, de nueve mentiroso, y un Fernando Torres muy criticado por gran parte de la afición.

A pesar de esto, la selección salvó el primer round. De nuevo gracias a la seguridad de medio campo para abajo se consiguió ganar el trofeo y, a pesar de las críticas, Torres acabó siendo máximo goleador de la competición. Además, Cesc dio la cara y aprobó en todos sus partidos jugando como delantero.

Pero la situación se veía venir de lejos. El problema en la delantera era evidente y Villa no volvió a ser el que era tras la lesión. Llorente pasó de habitual en las convocatorias a desconocido para el técnico, Torres cada vez tenía más enemigos en la grada, Negredo no encontró su sitio y parecía que nadie podría tirar del carro.

Aunque, tras un año brillante y un largo debate, se abrió una nueva posibilidad para un puesto huérfano. Diego Costa se había convertido en uno de los delanteros de moda del fútbol y, al no haber debutado con Brasil en partido oficial, tenía la oportunidad de elegir representar a España. Del Bosque se puso en contacto con él y le hizo saber que lo quería y que contaba con él para el Mundial. Costa decidió representar a España, aunque gran parte de la afición se mostraba en contra de su presencia en la selección.

Parecía que la cosa podía funcionar, pero no ha sido así. El delantero no acaba de encajar con el estilo de juego de la Roja, tanto es así que todavía no ha conseguido abrir su cuenta particular con la selección. La gente está dividida en este aspecto: muchos creen que la selección podría cambiar su estilo de juego para tratar de adaptarse mejor al hispano-brasileño y otros que el jugador no está hecho para este equipo.

Entre la duda del “Diego Costa sí” o “Diego Costa no”, apareció sin hacer ruido el joven Paco Alcácer. El valenciano está forjado en las categorías inferiores de la selección y tras un gran inicio de temporada con su equipo, Del Bosque le hizo un hueco en la convocatoria. Con a penas 21 años, Alcácer se convertía en la esperanza de todos los seguidores al dejar buenas sensaciones en su estreno en el amistoso contra Francia y en su primer partido oficial contra Macedonia, en el que además consiguió un gol.selección

A pesar de la ilusión que genera el delantero valenciano, Del Bosque parece no querer darle todavía la responsabilidad total de los goles de la Roja y ha seguido confiando en Diego Costa hasta el momento. Sin embargo, Costa sigue sin encajar y sin encontrar portería y Alcácer volvió a aprovechar sus minutos frente a Eslovaquia. La selección se estrelló una y otra vez durante ochenta minutos contra la defensa y el portero eslovaco, en cambio a Alcácer le bastaron diez minutos en el terreno de juego para perforar la portería.

Del Bosque lo sabe, Paco Alcácer lleva el gol en la sangre y es esa una de las cosas que le ha faltado a la selección en los últimos tiempos. De momento, el seleccionador no quiere ir demasiado rápido con el delantero a pesar de que los problemas con el gol se acrecientan. Cuando a España se le plantea un partido con un rival duro pero de nivel inferior, lo que antes era mero trámite, desde hace un tiempo parece un calvario.

Entre el cambio de generación, ya en marcha, las inseguridades y la falta de delantero, el equipo sigue buscando la estabilidad que una vez tuvo y que, hoy en día, parece más lejos que cerca de poder alcanzar. El tema del delantero es uno de los debates que se plantean más incesantes en un equipo al que ahora le cuesta marcar ante rivales de nivel medio o alto. De momento, ante la adaptación de Diego Costa, la evolución, estabilidad y madurez de Alcácer y la expectación de un Rodrigo sin estrenar, la selección sigue en busca de su delantero.