Inicio 1ª División A rueda pero con argumentos

A rueda pero con argumentos

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Clásico 3Llega el Clásico con los dos mejores equipos nacionales hasta ahora en estado óptimo y cargados de razones para creer en su suerte. El mismo Real Madrid reconocible de los últimos años, extraordinariamente potente y efectivo de tres cuartas partes de cancha hacia adelante, fuertes en defensa (jugadas de estrategia aparte) y más dinámico en la medular gracias a Kroos y a un Modric más intenso y menos dubitativo en la transición. El campeón de Europa sigue siendo el rival a batir. El sábado, con su hinchada en el cogote, no hay duda al respecto.

No transita en mal estado el F.C. Barcelona tampoco, aunque no despierta, a fecha de hoy, la misma fe ciega que su némesis deportiva. El patrón de juego, de manera de vivir, es el mismo de siempre (por lo tanto, bien conocido por sus rivales). Por mucho de que se hable del tridente ofensivo, otra tripleta sigue siendo la que mantiene latente su ritmo cardíaco. Mientras Messi y Neymar sostienen el engranaje competitivo a base de goles y asistencias, mejorando partido tras partido su compenetración, Luis Enrique aún debe atinar con un centro del campo solvente y fiable frente a los grandes retos. Iniesta y Rakitic son fijos (o deberían serlo); evaluada la soberbia actuación de Mascherano como pivote ante el Eibar, la presencia de un Busquets (que finalmente jugará) lejos de aquel que asombró al respetable de medio mundo, podría no encajar en el Bernabéu. Y está Xavi. Siempre Xavi, a pesar de su decepcionante rendimiento la temporada pasada. Sin que se imponga y funcione como acostumbra el centro del campo barcelonista, ni Messi ni Neymar me temo que evitarían un Real Madrid superior.

Clásico 2Pero lo cierto es que con un ariete como Luis Suárez, que tendrá a buen seguro su cuota de protagonismo (mucha o poca, sólo Lucho lo sabe), la fisonomía de este Barça varía sustancialmente y ahora sí, podría decidirse a competir a golpes con el peor rival posible para ello. Con Neymar suelto, atrevido, fino en el desborde, y un Leo aglutinador, omnipresente y definitivo, los azulgranas podrían decantar la balanza de su lado aún teniendo menos control del deseado sobre el encuentro. Este dato hace incluso más excitante el duelo del sábado.

Otra clave está en las prestaciones defensivas de ambos. Sobre ello, y por mucho que la meritoria imbatibilidad de Bravo diga lo contrario, los automatismos defensivos de los culés siguen sembrando más dudas que los del cuadro de Ancelotti. Ante el PSG, primera gran piedra de toque de la temporada, se vieron lagunas. El Madrid exigirá y generará peligro de la nada, sin necesidad de tener el balón. Aparecerá y golpeará, a quemarropa. Así se las gastan Bale, James, Benzema y el animal Cristiano. Ni Piqué, ni Alves, ni Alba están en su pico de forma y ello suma en el debe del conjunto. Por ahí veo a los blancos inclinando el envite de su lado.

Pero eso sólo lo sabremos el sábado. Dos mastodontes en busca de apropiarse del ánimo y el alma del oponente. Acentuar la tendencia del uno sobre el otro. Será un gran partido sin duda. Tengo mi favorito, pero ojo que este  Barça no es el desaliñado e insustancial muñeco del curso pasado.