Granada CF 0 – 4 Real Madrid: Los blancos se gustan y se colocan líderes

Granada CF 0 – 4 Real Madrid CF

La goleada blanca agrava la crisis de resultados del Granada CF

El conjunto de Carlo Ancelotti sigue de dulce. Los blancos mantuvieron su mejor versión en el estadio granadino y, pese a la impotencia de Caparrós, pasaron por encima del cuadro nazarí con un fútbol de fantasía. El guión físico planteado por los locales se vino abajo muy pronto con el gol de Cristiano, que lleva doce encuentros consecutivos viendo puerta. A partir de ahí, el juego combinativo madridista, aderezado con varios taconazos y lujos, minó la resistencia del Granada CF, que poco pudo hacer ante la superioridad de su rival.

El Granada salió a intentar ahogar por dentro al Real Madrid. Con la polémica sobre la rueda de prensa de Caparrós en el ambiente, arrancó un duelo entre dos equipos con dinámicas muy distintas. Los nazaríes en barrena, los merengues, lanzados. Y antes del minuto dos, esos estados de ánimo quedaron patentes. Tras una recuperación de Murillo cerca de su área, el central colombiano buscó la falta de Carvajal pero el lateral blanco peleó un balón que le llegó a Benzema. El Granada se quedó parado mirando al árbitro mientras el delantero galo encontró en el palo opuesto a Cristiano Ronaldo que cruzó la pelota para hacer el primero. Los locales protestaron la posible infracción sobre Murillo en vano.

Al Granada le costó veinte minutos reponerse del mazazo. En ese lapso de tiempo, Isco y James lo intentaron con dos disparos ajustados, y Carvajal mandó al limbo una triangulación mágica con el primer taconazo de la tarde. También de fantasía fue el segundo tanto. A la media hora de encuentro, James se sacó de la manga un zurdazo descomunal que sorprendió a Roberto. El mediapunta cafetero enganchó una volea con el empeine exterior y la colocó en la escuadra cuando el Granada parecía más entonado. Sin Piti ni Fran Rico, Caparrós apostó por la contención y el balón largo hacia Córdoba pero apenas creó peligro en el primer acto en el que Casillas fue un espectador más. El único pero para el Real Madrid fue la lesión de Carvajal, que notó un pinchazo y no arriesgó. Arbeloa le sustituyó poco antes del descanso.

El técnico utrerano miró a su banquillo en busca de soluciones de cara a la segunda parte. Javi Márquez y El Arabi entraron para aportar más presencia ofensiva. El Real Madrid, con Modric excelso en la elaboración, buscó sentenciar cuanto antes. El Granada, por su parte, no ponérselo fácil. Los primeros compases fueron de tanteo hasta la nueva genialidad visitante. De nuevo Cristiano, más generoso que otras veces, habilitó de tacón a Benzema, que batió a Roberto para subir el tercero al marcador. Esa diana fue el jarrón de agua fría casi definitivo para los granadinos.

Con la tranquilidad del resultado, el Real Madrid no se relajó, siguió tocando y disfrutando sobre el césped. Los laterales se sumaron a la fiesta y fueron los atacantes más peligrosos. Marcelo, con un derechazo al larguero y dos internadas de peligro, y Arbeloa con un mano a mano que desbarató el capitán granadino, rozaron el cuarto. El Granada CF también se desmelenó. Rochina, recién salido, pudo recortar distancias pero desperdició una doble ocasión. Poco después, Casillas también reclamó su protagonismo y evitó el tanto del Granada tirando de reflejos.

De nuevo Ronaldo de espuela se quedó a un palmo de fabricar otro gol, pero Isco se entretuvo demasiado. Ancelotti, pensando en el envite ante el Liverpool, dio descanso a sus timones ofensivos, Modric e Isco aunque no frenó la maquinaria. En una nueva triangulación de libro donde nació el cuarto. Benzema encontró a Arbeloa en banda derecha, el lateral cedió a Cristiano que remató mordido, y James remachó ante la intentona de Nyom por impedirlo. Esa acción cerró un partido de ensueño para los blancos en un desplazamiento nada sencillo visto lo ocurrido en los dos últimos precedentes.

El Granada continúa en caída libre y suma su quinta derrota en las últimas seis jornadas. La victoria, en cambio, supone la undécima seguida para el Real Madrid que tras la derrota del Barça y a la espera de lo que haga el Sevilla, se coloca en lo más alto de la tabla provisionalmente. Un líder que maneja el contragolpe como antaño pero que no rehúsa tocar y tocar. Un Madrid todoterreno, que goza a toda velocidad y se gusta mimando el balón.

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