Inicio Noticias Betis 1-0 Barça B: Una victoria sintomática

Betis 1-0 Barça B: Una victoria sintomática

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El Real Betis ha vencido (1-0) al FC Barcelona B gracias a un tanto de Rubén Castro. Los de Julio Velázquez, quien fue expulsado durante el encuentro, vuelven a sumar de tres en tres a costa de un rival talentoso pero discontinuo en el juego.

Rubén Castro BetisEl electrónico, a punto de llegar a los primeros 45 minutos de juego, marcaba un raquítico 0-0 en el Benito Villamarín. En ese momento, y antes de que el colegiado señalara el tiempo de descanso, una trifulca en los banquillos dio con Julio Velázquez expulsado de su área técnica. En cualquier otra circunstancia, en cualquier otro lugar, cualquier otro equipo habría visto cómo la afición la emprendía contra el trío arbitral o contra los técnicos visitantes. Sin embargo, en cuanto el entrenador verdiblanco dejó su posición, desde las gradas comenzó a retumbar un sonoro «Velazquez vete ya».

No fue la mejor forma de encarar el vestuario antes de afrontar la segunda mitad del choque. Sin embargo, el Betis saltó al verde de la capital andaluza redoblando la dinámica puesta en marcha desde el inicio. Presión adelantada, transiciones rápidas y ataques fulgurantes para aprovechar la gran baza bética: la calidad de los atacantes. La apuesta surtió efecto, pues a los cinco minutos de la reanudación Rubén Castro aprovechó un balón sin dueño dentro del área de los que nunca falla. Habían combinado Kadir y Vincenzo Rennella por un lado y el canario apareció de la nada por el otro.

Poco pudo hacer la defensa blaugrana ante la acometida local. Sin embargo, y en acto reflejo, el filial del FC Barcelona decidió doblar el reto y lanzarse al ataque sin mirar atrás. Se movieron siempre sus perlas aún por pulir –Sandro, Halilovic, Adama– con peligro e intención. Por momentos se mascó la tragedia en Sevilla, aunque los fuegos de artificio catalanes quedaron en nada. Lentamente agarró el partido el Betis, tirando de cintura y experiencia, hasta que la alegría visitante quedó ahogada de manera irremediable.

Mientras tanto Velázquez, desde las entrañas del Villamarín, debió respirar aliviado. Ha salvado otra bola de partido. Y ahorrándose 45 minutos de exposición en un escenario que le es hostil.