Esta frase italiana significa literalmente: “el jefe ha vuelto”; y viene a explicar casi a la perfección un suceso que está ocurriendo en la Euroliga durante estas primeras jornadas.
Si los jugadores del Olympiacos fuesen una mafia en lugar de un equipo de baloncesto, nadie dudaría en quien sería su jefe. Ese hombre de sangre fría que no le tiene miedo a nada ni a nadie, aquel que no le importa mandar a uno de sus secuaces a ejecutar a un objetivo o ser él mismo el que lo haga, aquel que aunque no esté en sus mejores días se puede confiar en su experiencia y sabiduría; hablamos de Vassilis Spanoulis.
Si recordamos la película “El Padrino”, Marlon Brando interpreta el papel de Don Vito Corleone, quien durante un tiroteo recibe ocho disparos en la espalda. Aunque logra sobrevivir, Don Vito pasa varios días en el hospital y durante ese tiempo son sus hijos los que se ocupan del negocio familiar.
Aunque no haya estado lesionado, el griego no logró encontrar un buen ritmo en los compases finales de la pasada temporada, y fueron sus compañeros los que se encargaron de solucionar muchos encuentros. Sin embargo, ni el cuerpo técnico, ni la afición dudó en ningún de él y siempre contó con un gran apoyo cuando jugaban en casa.
No obstante, al igual que Corleone, el base se recuperó y volvió a las andadas, encargándose él mismo de eliminar a sus rivales uno a uno. Su primera víctima fue el Valencia Basket; los españoles afrontaban su primera Euroliga después de muchas temporada, no obstante, el recibimiento fue mucho más duro de lo esperado. El griego bombardeo la canasta rival anotando 21 puntos y movió el balón repartiendo 5 asistencias, para así volver a casa con una victoria en el bolsillo. Sin embargo, los “taronjas” no serían los únicos que sufrieran la furia de un jugador al que un mal rendimiento el pasado curso baloncestístico, ha hecho que la compasión desaparezca de su vocabulario. Conjuntos como Laboral Kutxa, Neptunas Klaipeda y Telekom Belgrade, la última jornada, fueron testigos de cómo las estrellas de este deporte, pueden caer un momento a lo más profundo del océano y en menos de dos meses ascender a lo más alto del monte Everest.
Por ello es por lo que la afirmación “il grande capo è tornato” encaja a la perfección con lo que está ocurriendo en el Olympiacos. La mafia griega está de vuelta, que tiemble Europa.
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