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Reflexiones al Sur

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Juanmi MálagaJavier Imbroda.- Málaga C.F. Suma y sigue. Gran rendimiento, grandes resultados, pero un gran riesgo si se pierden los objetivos iniciales. Es lo que tiene la euforia, ciega y te hace perder la perspectiva real. Tiene mucho mérito la gestión que se está haciendo desde los despachos, y su prolongación en el césped. Recoger un equipo de Champions en liquidación, reconstruirlo en tiempo récord desde el equilibrio presupuestario,  dándose un baño de realidad, se agradece. Un equipo acorde a sus posibilidades reales, humilde pero ambicioso desde la nobleza. Vendrán malos resultados, pero los cimientos se vislumbran sólidos.

Cataluña. Se publicaba ayer en MARCA, un artículo que hablaba sobre las consecuencias en el deporte español si Cataluña se independizara. Al autor, se le olvidaba, las consecuencias que sufriría el deporte catalán respecto al deporte español si ocurriera tamaño error histórico. Sería curioso ver en el Nou Camp un Barça-Hospitalet por ejemplo, o en el Palau un Barça-Santa Coloma. Algunos dirán, participarían en la liga francesa. Y uno se pregunta en ese caso, ¿qué organismo internacional medianamente serio y normal, aceptaría una comunidad que en mitad del partido, si no le interesan las reglas del juego, dicen que se va? Un absurdo.

Banquillo. Y hablando del Barça, el último partido, su entrenador, dejó sentados a una pléyade de estrellas que entre todos, sumaban 200 millones de euros. Tanto que se habla de las desigualdades sociales, podrían mencionar estas desigualdades deportivas de los grandes de siempre respecto a los demás. ¿Intervendrá también Podemos en esto?

Michael Jordan. El deportista más universal de todos los tiempos, se vuelve terrenal en la descalificación. Tachó al Presidente Obama de “jugador de golf de mierda”, una calificación como pocas, elegantes. El Presidente le ha contestado que se preocupe de sus cosas. Jordan, al menos en mi caso, ha sido una inagotable fuente de inspiración hasta estas desafortunadas palabras. Para alguien tan grande, demasiado ocio le ha hecho desvariar.

Víctor Claver. Un caso para la reflexión. Lleva unas temporadas en la NBA. Resulta complicado sumar los minutos de juego que lleva, y resulta aún más complicado entender, ¿qué sigue haciendo allí sin jugar? Tiene 26 años, es muy joven, pero tanto tiempo inactivo le está pasando factura, y no solo deportivamente. Su mentalidad competitiva, puede sentirse afectada por seguir acumulando dosis permanentes de frustración. Tiene que reaccionar ya.