El Almería perdió por la mínima frente al Rayo en un partido que no mereció perder, pero tampoco ganar. Los de Rodríguez, con solo nueve goles a favor en trece jornadas, es incapaz de convertir en tantos el peligro que genera.
Durante la primera mitad el equipo andaluz fue el dueño del encuentro. La intensidad de todos los jugadores hizo que el Rayo tuviera que pasarse los primeros cuarenta y cinco minutos defendiendo. Sin embargo, las continuas llegadas derivaron en tiros sin peligro para el guardameta Cristian Álvarez. De hecho, fue el conjunto madrileño, con internadas a la contra, quien protagonizó las jugadas más peligrosas.
El juego del Almería estuvo marcado por la verticalidad de sus jugadores. Tanto en la banda izquierda con Dubarbier, como en el lado opuesto con Wellington Silva, quien fue el mejor de su equipo. El esfuerzo físico fue incesante. Pero ni Hemed, ni Thievy ni Zongo fueron capaces de aprovechar el esfuerzo de sus compañeros. Los delanteros rojiblancos perdonaron demasiado y su equipo lo pagó demasiado caro.
Los chicos de Jémez, que pudieron haberse conformado con un empate fuera de casa, no bajaron los brazos y creyeron en la victoria hasta el final. Y así fue. En el minuto 86 Alberto Bueno colgó un balón en el segundo palo a Kakuta, quien lo aprovechó para batir a Rubén con un imparable remate.
Ya no quedó tiempo para más. El trabajo que no hicieron durante 86 minutos no pudieron solucionarlo en lo que restaba de partido. Otro duro golpe que tendrá que afrontar un vestuario que pone garra pero no gol, que se esfuerza sin lograr resultados positivos.
Esta nueva derrota deja al Almería con diez puntos, empatado con Dépor y Elche – ambos en puestos de descenso-. Los andaluces jugarán el próximo lunes ante el Eibar en el complicado campo de Ipurúa. El Rayo, en una tranquila décima posición, recibirá el domingo en casa al Sevilla.
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