El Atlético de Madrid se impuso en el Martínez Valero haciendo uso de esa efectividad que tanto le caracteriza. Los goles de Giménez y Mandzukic sirvieron para que los madrileños volviesen a la capital con los tres puntos en la saca. Por su parte el Elche ni pudo, ni mostró intención de querer, tener más protagonismo en el partido.
Comenzaba el choque entre imprecisiones y balones que surcaba el cielo de Elche sin encontrar quienes les pusiesen sentido. Con el paso de los minutos las posesiones rojiblancas se hicieron más largas y, con paciencia, empezaba a carburar la sala de máquinas compuesta por Koke, Gabi y Tiago. Entre el tedio llegó el mazazo para los ilicitanos. Jugada en extremo combinativa entre Siqueira, Koke y Arda que convirtieron el saque de esquina en un pinball endiablado que acababa en un pase al corazón del área para Giménez. El uruguayo controló y se perfiló en el mismo movimiento culminando la maravillosa jugada con un disparo inapelable a la escuadra.
Tras el gol los del Cholo contenían la posesión. La movían de banda a banda haciendo bascular al Elche esperando un hueco para anotar el segundo gol para el Atlético. No aparecían los huecos y en la pasada tarde los centros de Juanfran y Siqueira no fueron lo que acostumbran. A punto estuvo de sorprender Fajr con la igualada. La pegó desde su casa el de Escribá pero Moyá se estiró jugándose el pellejo para evitar las tablas. Ya en la segunda mitad llegaría la sentencia.
Nada más comenzar el segundo acto Gabi colaba un balón a la espalda de la defensa ilicitana y Mandzukic definía, ayudado por la pierna del defensa, al palo de Tytón para firmar el segundo para los colchoneros. En los momentos posteriores pareció atisbarse un intento de reacción local pero se quedó en eso. Los colchoneros volvieron a controlar el tempo del partido y se dedicaron a quemar minutos con circulaciones rápidas, a la espera de un resquicio a través de dar el que sería el golpe de gracia.
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