Valencia y Rayo protagonizaron una lucha a tumba abierta, una batalla sin cuartel donde ambos entrenadores fueron muy arriesgados en sus planteamientos tácticos. Al final, fue Nuno quien se llevó el gato al agua. Sus jugadores consiguieron igualar un encuentro que tenían muy cuesta arriba deshaciendo los dos goles de ventaja que logró el Rayo Vallecano.
En Mestalla se juntaron el hambre con las ganas de comer. Varios factores que propiciaron un partido de idas y venidas donde los aficionados al fútbol pudieron disfrutar del esplendor de la pelota y donde los seguidores de ambos equipos sufrieron una montaña rusa de emociones. Momentos de nervios, miedo y, al final, desesperanza y alegría. Dependiendo de los colores.
Jémez y los suyos volvían a Valencia después de sufrir un duro correctivo en el partido de liga disputado este fin de semana y de la derrota 1-2 en el partido de ida en Vallecas. Venían, pues, con el orgullo herido; y no hay un Paco con el orgullo herido más peligroso que Jémez. El canario planteó un partido a las bravas: colocó una defensa de tres en el campo. Venían a morir luchando.
Nuno dejó en la grada a piezas clave como Feghouli, Otamendi o Gayà. Y, a diferencia del partido de ida, sentó a Javi Fuego. Jugador por jugador, el once de hoy no poseía menos calidad que el del partido de ida. Sin embargo, Nuno sí dañaba la solidez defensiva retirando a piezas tan importantes en ese plano como son el exrayista y el argentino.
Dos factores que avisaban del espectáculo de goles a los analistas más avezados. Fue el Valencia el primero en golpear. Rodrigo superaba por la derecha a la débil defensa rayista, disparaba al palo y el balón lo cazaba Paco Alcácer. El Rayo seguía necesitando dos goles para no quedarse fuera.
Los madrileños nunca dejaron de intentarlo y en cinco minutos de inspiración. Jozabed, rematando dentro del área y Pozuelo, con un auténtico trallazo desde lejos, dieron la vuelta al marcador. A partir de entonces, fueron momentos de pitos en Mestalla, una defensa en horas bajas que hacía aguas por todos lados. Jonathan Pereira puso el 1-3 antes del descanso.
Nuno, a la vuelta de vestuarios, revolucionó a su equipo. Quito a Cancelo, Carles Gil y Filipe Augusto y metió en el campo a Negredo, Piatti y De Paul. Dejando, así, Orbán, Vezo y Mustafi como únicos defensas.
Le salió bien la jugada pues un minuto después Piatti se internaba por banda izquierda y su centro raso lo remataba Morcillo en su propia portería. Sin embargo, Embarba en el 63′ lograba devolver la ventaja a su equipo tras una buena jugada individual de Jonathan Pereira.
Poco le duró la alegría a la parroquia rayista pues Alcacer volvía a recoger un balón que rebotaba en el palo, en esta ocasión tras un chut de De Paul, para acortar distancias. Cinco minutos después, la remontada se hizo realidad gracias a un tanto de Rodrigo en un córner.
Un empate a cuatro goles. Ocho tantos en un encuentro que hizo honor a la competición. Un torneo del KO debería ser una oda a las emociones fuertes; un canto a las remontadas heroicas, los goles in extremis y los gritos de alegría contenida con el pitido final del árbitro. Debería ser, en definitiva, fútbol. Y no un desaliño.
Ficha técnica
Valencia: Yoel, Cancelo (De Paul, Min. 45), Mustafi, Vezo, Orban, Filipe (Piatti, Min. 50), André Gomes, Parejo, Rodrigo, Carles Gil (Negredo, Min.45) Y Alcácer
Rayo: Cristian Álvarez, Quini, Morcillo, Nacho (Tito, Min. 63), Jozabed, Baena, Pozuelo (Leo, Min. 75), Embarba, Lica, Alex Moreno, J. Pereira (Amaya, Min. 70).
Goles: 1-0, Min. 8, Alcácer. 1-1, Min. 20, Jozabed. 1-2, Min. 23, Pozuelo. 1-3, Min. 38, Pereira. 2-3, Min. 46, Morcillo, P.P. 2-4, Min. 62, Embarba. 3-4, Min. 65, Alcácer. 4-4, Min. 71, Rodrigo.
Árbitro: Jaime Latre (Comité Aragonés) Amonestó A Gomes (Min. 28), A Baena (Min. 30), A Pereira, (Min. 38), A Nacho (Min. 45), A Álvarez (Min. 71), Rodrigo (Min. 72), A De Paul (Min. 85). Expulsó A Rodrigo (Min. 81)
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