El Celta no marca un gol en Liga desde el 1 noviembre, ante el FC Barcelona en el Camp Nou. Ese tanto, que parecía que daba ilusión al equipo, ha sido el mejor recuerdo de la afición gallega de esta temporada.
El equipo tenía ayer una gran oportunidad para reencontrarse con el gol y con su gente. Un rival asequible, y además en casa. Sin embargo, el Almería salió victorioso de Balaídos tras marcar Hemed en el minuto 17. El portero Julián, suplente en Liga hasta la lesión de Rubén, le paró un penalti a Nolito.
Juan Ignacio Martínez debutó en Liga con el Almería. Y lo hizo con victoria, como manda la tradición. El entrenador alicantino mantuvo el once habitual de Francisco, quizás las modificaciones más llamativas fueron la titularidad de Corona y Édgar y la suplencia de Wellington Silva y Thievy. Berizzo dibujó un 4-3-3 con Orellana, Charles y Mina como jugadores más adelantados.
El único tanto del encuentro llegó pasado el cuarto de hora de juego. El extremo Édgar lideró una contra y Fontás cometió un gran error, remató hacia su portería y Hemed marcó un gol que iba a ser en propia puerta.
El sacrificio de la defensa almeriense paró los pies a un Celta que tuvo dos grandes oportunidades de empatar. Primero Orellana con un disparo de falta que se marchó al larguero, y luego Nolito, que entró en el segundo tiempo, con un penalti fallido.
Parece que la llegada de Martínez al equipo andaluz da otro aire a una plantilla que ha conseguido dos victorias en una semana. Una buena noticia para un conjunto que despide el 2014 con mejor sabor de boca y fuera de los puestos de descenso. Todo lo contrario que el Celta, su buen comienzo liguero maquilla la realidad actual. La falta de gol es el peor problema que puede sufrir un equipo que empieza mirar hacia abajo.
Tras las fiesta navideñas el Almería se enfrentará al Málaga en la Rosaleda, mientras que el Celta lo hará ante el Sevilla en el Sanchez Pizjuán.
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