Inicio Noticias Betis 3-1 Tenerife: Mel recupera la sociedad Castro-Molina

Betis 3-1 Tenerife: Mel recupera la sociedad Castro-Molina

Compartir

El Real Betis Balompié ha derrotado (3-1) al CD Tenerife en la vuelta de Pepe Mel al banquillo del Benito Villamarín. Jorge Molina y Rubén Castro en dos ocasiones doblegaron a un débil conjunto visitante que sólo pudo crear peligro mediante las botas de Ifrán.

Jorge Molina Rubén Castro BetisTodo era frustración sobre el césped de Sevilla hasta que el curso de los acontecimientos se desbordó. El Betis llevaba 45 minutos intentando completar un puzle del que no tenía piezas, buscando la forma de tumbar al Tenerife sin saber cómo distribuir el balón ni trenzar jugadas efectivas. Eran los verdiblancos un grupo de bandoleros desorientados en la inmensidad de la llanura castellana. Sin monte ni requiebros del terreno no había donde esconderse ni donde esperar para atacar. El juego no era sino una continuación de los 90 minutos disputados ante el Alcorcón.

Ocurrió sin embargo que Jorge Molina fue derribado en el área al filo del descanso, cuando nadie lo esperaba, y todo cambió. El ADN del Betis recuperó en ese preciso instante una combinación olvidada desde hacía mucho, una de las que surgió cuando los verdiblancos luchaban por volver a Primera bajo el mando del primer Mel. La infracción sobre el larguirucho Molina fue convertida en gol por Rubén Castro y desde entonces la portería rival nunca más quedó lejana. Como en un decorado hollywoodiense, volvieron los escondites.

En adelante los locales soltaron las riendas del partido, dejaron margen a lo impredecible, y por ahí llegó el intercambio de goles. Con la mejor delantera de la competición del lado bético, las cartas estaban marcadas. Así, empató Ifrán en un error de la zaga sólo para que minutos después el canario volviera a poner tierra de por medio.

Molina para Castro primero; Castro para Molina después. Tres a uno. Dos contraataques asociativos y fugaces que hicieron desaparecer a la defensa visitante. El jolgorio desde la grada que ya no desapareció no sólo confirmó la victoria inapelable; la razón última del éxtasis no era otra que el entendimiento retomado entre la pareja de delanteros que logró el última ascenso del Betis a Primera División. Puede tratarse del activo más importante de Pepe Mel en su retorno al club.

* Imagen: lfp.es