El Barça se llevó los tres puntos en un partido que cambió en la segunda mitad. Los locales parecían irse al descanso con el partido controlado con un 2-0, pero el discurso de Simeone reenganchó a los suyos al partido. Messi sentenció en un barullo.
Hoy tampoco especuló Luis Enrique en su once y sacó a las tres estrellas del tridente. No le salió mal, pues los tres goles llevaron la firma de cada uno de ellos.
El partido parecía ponerse muy pronto de cara para el Barcelona, cuando a los 10 minutos Neymar aprovechaba una jugada embarullada dentro del área que ningún defensor atlético logro despejar para fusilar la portería de Moyà y poner el primero en el marcador.
Poco después del gol, caía lesionado el brasileño por una dura entrada de Giménez a la altura del tobillo. El juego quedaba parado durante unos minutos para que Neymar fuera atendido de un tobillo en el que se reflejaba claramente la sangre de la herida que le había producido la entrada.
El Barça se iría al descanso con un colchón amplio de cara a la segunda mitad. Messi, que recogía un balón en el medio campo, se deshizo de los defensores y dio un pase para que Suárez pusiera el 2-0. Los jugadores del Atleti reclamaron mano de Messi en el control al inicio de jugada, pero Undiano no creyó lo mismo y dejó seguir hasta el gol del uruguayo.
Tras el descanso, la charla de Simeone parecía haber tenido efecto en sus jugadores.
Tanto fue así, que los rojiblancos recortaban distancias a los diez minutos. Undiano señalaba un riguroso penalti en una acción entre Gámez y Messi en la que el argentino acababa derribando al lateral colchonero. Mandzukic no fallaba al tirar fuerte y al centro para engañar a Bravo.
Con el 2-1 en el marcador, Simeone decidió dar un pase adelante en ataque y metía en el campo a Fernando Torres en detrimento de Gabi. El delantero madrileño estuvo muy activo durante los minutos que disputó y mostró una gran conexión en el juego con Mandzukic y Arda.
Cuando parecía que podría llegar el gol del empate, el Barcelona decidió meter cloroformo al partido y empezó a tocar. Los visitantes se desesperaban con el paso de los minutos y el juego se volvió trabado y con muchos parones.
Messi aprovechó el desorden en defensa del Atlético en una contra del Barça para hacer el definitivo 3-1. El Camp Nou caía rendido ante su estrella y acabó coreando su nombre.
Tres puntos complicados que consiguieron los de Luis Enrique ante un duro rival. Una semana más, aparentemente, los culés calman las críticas con una victoria que los acomoda en la segunda posición tres puntos por encima del Atlético de Madrid.
Follow
