El Real Jaén no pudo pasar del empate, pese a hacer un buen partido, ante el Betis B. En el estreno de Rafael Berges al mando del equipo, los blancos denotaron un mejoría en cuanto al juego, sobre todo en aspecto ofensivo. Santi Villa y Álvaro fueron los goleadores del choque.
Arrancaba el encuentro de forma idílica para Berges. Primera llegada por la derecha del Real Jaén. Pedrito gambeteaba junto a la línea de cal y se la servía rasa para Sergio Molina que se internaba en el área y tras amarga con el disparo acababa poniéndola al segundo palo. Allí apareció como un obús Santi Villa marcando a placer el primer tanto del partido. Pero aun arreciaría más el juego ofensivo de los jienenses.
Se cambiaron los papeles. Santi Villa esta vez se convertiría en asistente. Corría por la izquierda, solo dos minutos después de conseguir el tanto, y la ponía al corazón del área donde Fede se imponía a los centrales. Escasos diez centímetros impidieron que ese balón acabase de nuevo en las mallas de Montoya. Hubo una tercera y de nuevo con Santi Villa como protagonista. Jugada de tuya y mía entre Pedrito y Molina que acababa en un pase de este último al hoy 11 del Real Jaén. Villa erraba por poco su disparo cruzado para arrancaba una soberbia ovación de la grada que parecía conforme con lo que veía.
Tras estos primeros minutos de acoso incesante llegó la calma para el Betis B. La circulación lagarta se volvía lenta y los extremos no encontraban profundidad con la asiduidad anterior. Pese a esto, los de Berges dominaron en todo momento el tempo del partido y la ventaja no se movería del marcador cuando el encuentro enfiló el túnel de vestuarios.
Con la reanudación parecía que volvían las transiciones rápidas pero las buenas sensaciones se fueron enfriando de igual modo que la temperatura en el Nuevo La Victoria. Molina se enfrascaba en empresas individuales que no beneficiaban a nadie. Joel evidenciaba que su demarcación no es el extremo y Fede no mostraba la frescura de los primeros 45 minutos.
Se mascaba la tragedia. La grada pasaba del nerviosismo al enfado y los pitos hicieron de preludio de un tanto anunciado. Luis Madrigal la ponía rasa para Álvaro que remataba a placer. Tablas en el electrónico y de nada serviría que los jienenses lo intentaran hasta la extenuación. Los postes, el buen hacer de Montoya y el sistema defensivo hicieron viable el reparto de punto con el que concluiría el partido.
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