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Betis 1-1 Ponferradina: Un empate inesperado

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El Real Betis Balompié ha empatado (1-1) ante la SD Ponferradina en la vigésimo cuarta jornada del campeonato liguero. Un gol de Jorge Molina a la media hora de juego pareció bastar a los verdiblancos hasta que en el último minuto Yuri empató de penalti.

Betis MolinaAl césped del Benito Villamarín saltó el Betis dispuesto a demostrar una superioridad basada no en el artificio sino en la experiencia y el temple. Durante quince minutos, los locales se dispusieron sobre el campo y comenzaron a medir la temperatura, comprobar de qué lado soplaba el viento y dirimir dónde quedaba el Norte con sobriedad funcionarial.

Comprobado que todo estaba en orden y una vez calentado el engranaje, los atacantes verdiblancos se lanzaron como flechas hacia los palos visitantes. Los disparos llegaron de forma seca; uno, dos, tres; una sucesión lineal carente de sorpresa. Fue suficiente para empequeñecer al rival de la Meseta.

A la cuarta intentona los de Pepe Mel alzaron los brazos. Cabalgó con elegancia Piccini por su banda, centró al corazón del área y allí la defensa de hojalata a duras penas rechazó el balón. Jorge Molina, que pasaba por allí, recogió los restos del naufragio y empujó el cuero a gol sin despeinarse.

Desde entonces y tras el descanso, el Betis jugó de memoria ante un rival transparente. Los verdiblancos mantuvieron siempre la compostura, presionaron con criterio y supieron buscar los contraataques relámpago para mantener la tensión sobre la zaga visitante.

Minuto a minuto el ritmo fue bajando, rozando lo temerario en algunos compases, pero no fue sino el remate a una táctica conservadora cimentada sobre la experiencia. Al partido le bastaban veinte segundos para finalizar cuando llegó la tragedia. Un ataque desesperado de la Ponferradina dejó un mano a mano fugaz defensa-atacante que Bruno no supo solventar y el colegiado señaló penalti.

Lanzó el recién ingresado Yuri y paró con destreza Adán pero el rechace, centrado y dulce como un caramelo, volvió al delantero visitante para destrozar el plan de zorro ideado por Mel. El empate, un shock inesperado, dejó al Betis a las puertas del coliderato.