El Real Madrid se ha impuesto por 2-0 al Deportivo de la Coruña con goles de Isco y Benzema. En el día de San Valentín no faltó una buena relación de pareja en el Santiago Bernabéu. Equipo y afición demostraron que el amor todo lo puede y que aunque uno esté enfadado sólo es necesario uno detalles para volver a fundirse en un abrazo. Se esperaba la reacción de la afición tras lo ocurrido en el Calderón y cuando llegó el momento de dar las alineaciones los pitos juzgaron a los futbolistas más señalados. Casillas, sin duda, fue el jugador más pitado y a él se unió el entrenador Carlo Ancelotti. Cristiano fue perdonado por la gran mayoría del público y él lo agradeció con ganas pero no con goles.
En el momento de ponerse el balón en juego todo quedó atrás excepto la herida más profunda, la de Iker Casillas. Cada vez que el guardameta tocaba un balón los pitos resonaban en el estadio, con el transcurso del partido hubo una guerra civil en la grada entre los que pitaban y los que intentaban acallarlos con ovaciones, lo dicho una relación de pareja. Los primeros minutos fueron momentos de tensión pues el Madrid pareció salir relajado y el Deportivo dispuesto a echar sal en la herida. A los cinco minutos Cuenca disfrutó de dos ocasiones claras de gol, la primera después de una gran jugada con Lucas Pérez que acabó en las manos de Casillas y la segunda tras un mal rechace de Bale que propició su disparo desde la frontal que vio desviado por muy poco.
Esa tensión fue la que metió al Madrid en el partido, tanto que Cristiano y Bale destrozaron el larguero de Fabricio con dos disparos que hicieron levantar del asiento a más de uno. Precisamente el galés fue el jugador que tiró del carro durante toda la primera mitad fabricándose jugadas por la banda derecha y explotando su velocidad. Las jugadas de peligro avisaban de la proximidad del gol y éste llegó pasados los veinte minutos con un disparo de rosca brutal de Isco. Con la lata abierta quedó constancia de la necesidad de Cristiano por enmendar la imagen de los últimos días. Sus compañeros eran conscientes de ello y le buscaban en cada jugada.
La segunda parte empezó con un doble susto para el Madrid, primero Borges estrellaba el balón en el palo y en la siguiente jugada era Casillas quien salvaba el tiro de Oriol Riera. Una parada que despertó los aplausos y cambió los pitos por una ovación. El transcurso de los minutos relajó el ímpetu de los gallegos y el Real Madrid volvió a hacerse dueño de la situación aunque esta vez con más problemas para llegar a la meta de Fabricio. En el minuto setenta Ancelotti movió banquillo e hizo debutar a Lucas Silva. A la jugada posterior Cristiano daba un pase de puntera a Benzema y éste picando la pelota se deshizo del portero rival marcando el segundo.
El verdadero amor, el instante de pasión se vivió cuando Isco abandonó el campo sustituido por Carvajal. El Bernabéu se puso en pié y despidió entre aplausos al malagueño. Jesé que disfrutó de unos pocos minutos al fabricó una de las jugadas más peligrosas del partido, se marchó por banda derecha y centró como pudo buscando a Cristiano que remató de volea, el balón se marchó por muy poco. Lo posterior, fueron cinco minutos de añadido que sirvió a ambos equipos tocar la pelota con un pacto de no agresión y para ovacionar a Marcelo que se marchó lesionado.
El Real Madrid retoma el camino de la victoria aunque los problemas siguen sobre el césped. Lo puesto hoy sobre el campo fue suficiente para pasar por encima del Deportivo pero dudosamente valga contra equipos de arriba de la tabla.
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