Inicio 1ª División Valencia 1 – 0 Getafe: Negredo desbarató al Getafe

Valencia 1 – 0 Getafe: Negredo desbarató al Getafe

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Álvaro Negredo sonreía por fin. Había pasado la última hora de su vida en continua lucha con Naldo y Emiliano, los centrales azulones. 60 minutos donde el Getafe no concedió ocasiones ni cometió errores. Hasta que Juan Rodríguez controlaba mal en el área y en el momento en el que iba a despejar, Negredo se interpuso entre el balón y él, recibiendo la patada del jugador azulón. Penalti que transformaría el delantero vallecano con suma tranquilidad.

Gracias al gol de Negredo el Valencia volvía a ganar un partido en las áreas. Por su buen hacer o por su fortuna. Dependiendo de tus colores. Pero el hecho es que si se le hacen pocas ocasiones a un equipo, lo normal es que acabe con su portería a cero. Podría ser fortuna porque en los últimos compases del encuentro. Sarabia manda a la grada un balón que se paseaba por delante de la portería de un Alves ya tendido en el suelo.

Volvía el Valencia a su feudo. Es lógico en esto del fútbol que los equipos se crezcan en sus estadios. El ambiente, la afición, la familiaridad,… Pero en el caso del Valencia es demasiado exagerado. Como el Doctor Hekill y Mister Hyde. Dos caras para un mismo equipo. En casa y fuera de ella. En Mestalla, salta al campo con las maneras de un verdugo, intimidando a su víctima. Lejos de su estadio se convierte en un equipo pequeño con grandes jugadores. Agazapados. Lo que acaba muchas veces por traducirse en una falta de juego e intensidad inexplicable que mosquea a  la parroquia blanquinegra.  Ya ocurrió en Riazor, La Rosaleda, Balaídos e incluso a tres kilómetros de Mestalla, en el Ciutat de Valencia frente al Levante.

Otra peculiaridad del equipo de Nuno es su inicio explosivo. Intentan deshojar la margarita en los primeros minutos de juego. Táctica que les sirvió al principio de la temporada. Cuando pillaban a sus rivales desprevenidos, pero ahora todos los que van a Mestalla están avisados.

El Getafe aguantó el vendaval inicial pero se limitó a enfriar el partido. Los chicos de Nuno, sin ocasiones, se permitieron el lujo de remar al ritmo del Getafe. Se convirtió en un partido muy táctico, donde los porteros fueron attrezzo vivo.

En este tipo de partidos suele ocurrir que el equipo que por definición debería ganar, ya sea por plantel o por jugar en casa, reacciona demasiado tarde. Ya se sabe. Con los nervios vienen los fallos, y con fallos es muy difícil marcar.

No le pasó a Nuno. A la media hora de juego echó más carbón a las máquinas de su equipo. Y aunque se chocaron con el muro plantado por Quique, el desgaste comenzaba a pesar entre los jugadores azulones.

A la vuelta de vestuarios, el Valencia aumentó el ritmo del partido, el Getafe intentó enfriarlo de nuevo pero se vio envuelto en una llamarada que no podría apagar por segunda vez. 55 minutos para que llegara el primer fallo de la zaga getafista. Negredo le ganaba la espalda a Naldo para rematar un centro. Entre Jona y el palo acabarían por solucionar la papeleta.

El desgaste estaba haciendo mella en la cabeza y en las piernas de los defensores, y los fallos comenzaban a aparecer. El segundo error cometido supuso el gol de Negredo y, desde ese momento. El partido cambió de guión.

El Getafe intentó hacer lo que no había hecho en 70 minutos. Atacar. Probó fortuna pero la zaga valencianista ya tenía puesto el mono de stopper. Rodrigo y Feghouli, que habían saltado en la segunda parte, usaron los espacios del Getafe para meter más miedo y presión, aunque no acabarían por aprovechar ninguna ocasión para distanciarse en el marcador.

Ocasiones falladas. Ahora nadie se acuerda de ellas, pero sí lo habrían hecho si Sarabia hubiera marcado la única ocasión del Getafe. No lo hizo. Y el partido acabó felizmente para los ches, que estarán una semana más en puestos Champions.