Qué orgulloso debe sentirse Agustín Gasol esta noche cuando, en el mejor escenario posible y delante del elenco de estrellas más deslumbrantes, sean sus hijos, no uno solo sino dos, los que luchen por tocar el cielo entre tanta estrella y ganar la primera posesión. Un camino largo, lleno de mañanas de domingo por esos pabellones de España, de bocadillos de mortadela y de zumos xL. Para por fin, después de tanto, verlos ahí. Rodeados de los mejores. Siendo los mejores. El orgullo familiar. El orgullo nacional.
El baloncesto español se va quedando sin hitos, sin barreras que saltar, y todo ello gracias a la constancia, todo ello gracias al DEPORTE, que nos da la vida, que nos da la esperanza, que nos da la felicidad. Los Gasol son los primeros hermanos en la historia del All Star en jugar de titulares; ahí es nada, en la NBA, el lugar en el que se hacen reales las emociones y los sueños de cada niño que lanza a canasta, que disfruta con su balón de reyes, que duerme abrazado a él, que trasnocha para ver a sus ídolos machacar, que pasea orgulloso la camiseta de su héroe. Ya se encargó el malogrado y valiente Fernando Martín de abrir el camino, para después seguir otros muchos con distintas suertes. Después llego Pau, ese gigante con fama de blando que le hizo tragar codo a todo un Garnett, el que jugó en el Milán del basket: nada más y nada menos que en los Ángeles Lakers para hermanarse con todo un Kobe Bryant. Tras algún anillo que otro y alguna mala gestión, corrieron tiempos malos para los púrpura y oro, obligándole a tomar una sabia decisión y pasar a territorio celestial. De MVP a MVP, nada más y nada menos que a la ciudad del viento, al sitio que encumbró al ídolo por excelencia del baloncesto. Chicago. Michael Jordan. Abrid paso en la historia que va el mayor de los Gasol. Ya está a uno de batir el récord de dobles-dobles consecutivos. En poder de un tal…Michael Jordan, ironías de la vida.
Por el camino, entre doble y doble, su hermanito pequeño, Marquitos, Marc Gasol, se ha permitido el lujo de estar en números de MVP la mayor parte de la temporada actual. De éste nadie ha dicho aún que sea blando, no vaya a ser que también se lo tome en serio…
Esta noche, where amazing happens, cuando salga el balón de las manos del árbitro y peleen dos hermanos por él, volveremos a hacer historia. I love this game.
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